En cuanto Tom Brady conectó un largo pase de anotación con Julio Jones, Dak Prescott tomó su casco y empezó a calentar el brazo. Aquel touchdown de los Buccaneers sólo sirvió para evitar la blanqueada, pero el quarterback de Dallas no quería alguna sorpresa.
Unos cuantos minutos después, el pasador de los Cowboys sumó su cuarto envío a las diagonales y enterró las pocas esperanzas que tenía el siete veces ganador del Super Bowl.
Porque se trataba de la noche del equipo de La Estrella Solitaria. Tardó tres décadas en volver a imponerse en un encuentro de Playoffs fuera de casa, pero lo hizo con una actuación que rayó en la perfección.
Irrefutable victoria de Dallas sobre Tampa Bay (31-14) en la ronda de comodines, con el desempeño del pateador Brett Maher como única mácula.
Falló cuatro de los cinco puntos extra que intentó, algo nunca antes visto en los Playoffs.
Esa falta de capacidad provocó que el coach Mike McCarthy decidiera jugársela en una cuarta oportunidad, pese a estar en zona para intentar un gol de campo que lucía cómodo.
Prescott le respondió con el pase de touchdown a CeeDee Lamb, su cuarto sobre el césped del estadio Raymond James.
Graduación de Prescott en postemporada, porque tuvo otra anotación por tierra, justo frente a Brady, cuyo futuro vuelve a ser incierto.
Dallas está en la ronda divisional, donde visitará a los 49ers de San Francisco.