Sabinas.— A más de 200 horas de la inundación de los pozos de carbón de la mina El Pinabete, no se ha podido realizar el rescate de los 10 mineros atrapados desde el 3 de agosto, lo que incrementó la angustia de sus familiares, que han pasado del ánimo a la desilusión, aunque mantienen la esperanza de que saldrán con vida.
Ayer, a las 7:40 de la mañana, un equipo de brigadistas descendió nuevamente por el pozo número cuatro, pero la misión no tuvo éxito debido a que los niveles de inundación todavía no permiten el ingreso en condiciones de seguridad.
El grupo de trabajo del gobierno federal, encabezado por las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar), continúa las labores a marchas forzadas para extraer la mayor cantidad posible del agua.
Todo el día de ayer se llevaron a cabo acciones para acelerar el desagüe, luego de que el miércoles pasado ingresó un equipo de la Sedena al pozo número cuatro para explorar la zona y retirar parte del escombro acumulado.
Ayer comenzó la introducción de tubería metálica por el túnel del pozo cuatro, para tratar de acelerar la salida del agua y lograr reducir los niveles de inundación, a fin de que haya condiciones para el ingreso de los rescatistas.
Aunque las familias reconocen los esfuerzos que se hacen para extraer el agua, también exigen mayor celeridad para que los rescatistas puedan ingresar a los pozos y encontrar a los mineros.