Por Leobardo Vázquez Hernández
Los postes y Tiago Volpi, quien falló dos penaltis, le dieron el triunfo a Cruz Azul (0-1) sobre Toluca, para terminar el torneo como segundo lugar general.
Un partido lleno de drama en el que los cementeros cambiaron su fisonomía en pos del triunfo y les resultó, mandando a los Diablos hasta el tercer puesto de la tabla y con la posibilidad de descender aún más, dependiendo lo que haga el Monterrey este día en su juego contra el sorprendente Necaxa.
La tensión entre los dos técnicos, traída desde Ecuador se transportó a la cancha, porque los equipos jugaron con un cuchillo entre los dientes. Toluca se aprovechó del juego al límite de La Máquina y pegó primero, aunque el tanto de Maxi Araujo fue anulado.
Cruz Azul comenzó a hacerse de la pelota, pero su falta de claridad hizo retrasar la anotación, hasta que Willer Ditta con un cabezazo [17’] hizo gritar a la parcialidad azul. La reacción toluqueña fue furibunda, lanzándose al frente con base en velocidad y rudeza, tanta que Gonzalo Piovi tuvo que salir de cambio por un empellón de Jean Meneses. La baja de Piovi hizo que el esquema de Anselmi cambiara. Sin un relevo natural las llegadas de Toluca se hicieron más constantes.
El Diablo llegó al área y Ditta cometió penalti sobre Araujo. Tiago Volpi se paró cerca del manchón, cobró la falta, pero su disparo se fue al poste. Pocos minutos después, mano de Camilo Cándido y se volvió a marcar pena máxima contra los azules. De nueva cuenta Volpi se atrevió, otra vez lo mandó al poste. Cruz Azul, colgado del poste, aguantó el resto del partido, ganando por la mínima y dando un aviso de que con lo que tiene y su prestigio, se ha vuelto fuerte candidato.