En Cruz Azul dicen que no hay crisis, pero parece todo lo contrario. Jugar en el Estadio Azteca ya no resulta de temor para los adversarios cada que enfrentan a los celestes. De hecho, su última victoria en casa fue el pasado 2 de abril, y hasta el momento no ha vuelto a ocurrir.

Este día recibieron al Puebla, quienes llegaron como líderes del torneo y que también desde el 2018 no pierden contra Cruz Azul y en la cuarta fecha del Apertura 2022 los de Nicolás Larcamón sacaron un empate (2-2).

El Puebla desde el comienzo del partido sorprendió a Cruz Azul con una espectacular jugada colectiva y una extraordinaria definición de Jordi Cortizo, que con un tiro de larga distancia mandó el balón al ángulo de Sebastián Jurado.

Fue un balde de agua fría para los cementerios y su afición, que quedó atónita por el espectacular gol que acababan de ver y dejó que la poca afición poblana presente fuera la que encargada del estruendo en el estadio.

La Máquina poco a poco fue buscando el empate hasta que una polémica decisión de Fernando Guerrero le abrió esa posibilidad. Uriel Antuna cayó en el área por una supuesta falta de Antony Silva, el silbante marcó penalti.

Santiago Giménez tomó el balón y anotó (22′). El ‘Chaquito’ estuvo en plan grande esta tarde en el Azteca. Su posible salida al Feyenoord de Países Bajos parece que lo motivó y tres minutos después (25′) un cabezazo certero le dio la ventaja a Cruz Azul (2-1).

La euforia de Cruz Azul y su gente duró muy poco. Nunca hay que confiarse del Puebla de Nicolás Larcamón, pues tres minutos tuvieron que pasar para terminar con la euforia del público cementero por segunda ocasión en la noche.

Gustavo Ferrareis apareció por la banda derecha y mandó un centro peligroso al área para que Martín Barragán conectara el balón de cabeza y poner los cartones iguales al minuto 28. La Franja evidenció la crisis que se vive en la zaga celeste, pues en apenas 4 jornadas ya lleva 10 goles en contra, cifra que lo hace ser el más goleado de la Liga MX.

Para la segunda parte los dirigidos por Diego Aguirre mostraron otra cara. Intentaron recuperar la ventaja, pero no hubo forma de mandar el balón a las redes contrarias. Los minutos pasaron, el dominio cruzazulino se mantuvo, pero el gol de la Victoria no cayó. La afición celeste se fue decepcionada de su equipo, pues al pitazo de Fernando Guerrero el estadio Azteca se llenó de abucheos.

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