El gobierno cubano criticó ayer viernes su exclusión, junto con Nicaragua y Venezuela, de la IX Cumbre de las Américas, a celebrarse del 6 al 10 de junio en Los Ángeles.
“Mejor que ser reo de la política de odio, Estados Unidos debería escuchar a los no pocos que, en América Latina, lo convocan a ser sede de una cumbre inclusiva”, escribió en Twitter el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
“La época nueva que desea el continente no admite la exclusión”, afirmó.
Estados Unidos descartó invitar a esos países, pues considera que “no respetan” la democracia. Cuba asistió a las dos anteriores (en Lima, 2018, y en Ciudad de Panamá, 2015), pero previamente también había sido excluida.
El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, consideró por su parte en Twitter que el gobierno de Estados Unidos convoca una “cumbre limitada y excluyente” por estar “sometido a presiones de sectores extremos.
“Excluye a Cuba de discusiones sobre temas que, como el migratorio, ocupan un lugar importante en la relación bilateral y regional”, afirmó el canciller.
La posible exclusión de La Habana, Caracas y Managua ha generado críticas de algunos países del hemisferio occidental e incluso los líderes de algunos países, como los presidentes de México y Bolivia, han advertido que si hay excluidos ellos no acudirán.
Otros como algunas naciones caribeñas, están estudiando si acuden a la cita en Los Ángeles.
La IX Cumbre de las Américas será la segunda organizada por Estados Unidos después de la edición original en Miami, en 1994, y el objetivo principal de Washington en esta ocasión es diseñar un pacto migratorio regional.