Washington.— La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, y el exmandatario y aspirante republicano, Donald Trump, se enfrentan este martes en su primer debate electoral.
El resultado de este primer encuentro, tanto personal como político, inclinará la balanza hacia uno de ellos de cara a los comicios del 5 de noviembre en un momento en el que los sondeos no anticipan un ganador claro, pese a que Harris está a la cabeza.
Harris llega a este encuentro como aspirante demócrata. En el primer debate, del 27 de junio, aspiraba a la reelección el actual mandatario, Joe Biden, pero su pobre desempeño ese día, en el que se le vio errático y sin capacidad para desmentir a Trump, desencadenó el abandono, el 21 de julio, de su aspiración a un segundo mandato.
De Atlanta a Philadelphia
Atlanta, en el estado clave de Georgia, albergó la primera cita, organizada por la cadena CNN. Esta segunda ha elegido como escenario el National Constitution Center de Philadelphia, Pennsylvania, otro estado decisivo, y tendrá como maestro de ceremonias al canal ABC News.
Iniciará a las 21:00 horas locales (19:00 horas de la Ciudad de México) y durará 90 minutos, con dos pausas comerciales. Los presentadores David Muir y Linsey Davis ejercerán de moderadores y serán los únicos que podrán hacer preguntas, que no conocen los candidatos.
Mismas reglas que en junio
Harris y Trump tendrán los micrófonos cerrados cuando no tengan asignado el turno de palabra. Estarán de pie tras su atril, no podrán interactuar con su equipo de campaña ni tampoco tener a su disposición notas escritas previamente.
Como en el debate de junio pasado, no habrá público en el plató y se sorteó con una moneda quién hará la declaración final y dónde se ubicará cada uno: Trump hablará de último y Harris aparecerá en el lado derecho de la pantalla.
La media de encuestas efectuada por el portal web FiveThirtyEight muestra a Harris con una ventaja de 2.8 puntos por delante del republicano, hasta recabar 47.1% de la intención de voto.
No obstante, los comicios se decidirán en siete estados clave y el margen allí, según la mencionada web, es más ajustado: Harris está a la cabeza en Wisconsin (+2.8 puntos), Michigan (+1.9), Pennsylvania (+0.6), Carolina del Norte (+0.6), Nevada (+0.5) y Georgia (+0.3), y Trump en Arizona (+0.5).
Mucho en juego
El debate del 27 de junio demostró el peso de esta cita virtual para la ciudadanía. Harris nunca ha participado en un debate presidencial y apenas ha concedido entrevistas desde que asumió el relevo de Biden en julio. Debe no sólo darse a conocer, sino mostrar que está a la altura del puesto al que aspira.
Trump (2017-2021) llega con la experiencia de su anterior mandato y de los siete debates que ya ha protagonizado. Según Aaron Kall, experto en Ciencias Políticas de la Universidad de Michigan, su pasado en programas de telerrealidad hace además que esté más cómodo con las cámaras en los platós, y su personalidad tiende a no tener miedo a decir o hacer “lo que sea” para evitar ser presa de ataques.
Este es el único encuentro programado entre ambos para estos comicios. Trump propuso un primer encuentro el 4 de septiembre en Fox News y un tercero en NBC News a finales de este mes, pero la campaña demócrata no los aceptó. Los desacuerdos en torno a las reglas de este martes habían llegado incluso a poner en duda su celebración.
Se espera que Kamala Harris llegue este lunes por la tarde a Filadelfia, para el debate.
En una entrevista grabada la semana pasada, de la que su equipo difundió un fragmento este lunes en la red social X, Kamala Harris predice que su rival utilizará “sus viejas y manidas recetas” porque “no tiene límite en lo bajo que puede caer”.
Antes de este debate los demócratas difundieron un nuevo video en el que se recopilan críticas de antiguos altos cargos de la administración de Donald Trump, incluido el vicepresidente Mike Pence, para describir al millonario de 78 años como un “peligro” para el país.
El expresidente republicano llegará el martes sobre las 18:30 horas, poco antes del duelo organizado.
La campaña de Trump se jactó de la preparación a la que está sometiéndose la vicepresidenta Harris y afirmó que nadie puede estar preparado para los golpes imprevistos del republicano. “No puede prepararse para el presidente Trump. Es como imaginar a un boxeador tratando de prepararse para Floyd Mayweather o Mohamed Ali, simplemente no sabes desde qué ángulo te van a atacar”, apuntó ayer el asesor principal de campaña de Trump, Jason Miller.