Marsella.- El papa Francisco criticó “la parálisis del miedo y el desinterés que condena a muerte con guantes de seda” a los migrantes en el Mediterráneo y afirmó que es un “deber de la humanidad” socorrer a los que cruzan el mar hacia Europa, en un discurso a su llegada a Marsella, Francia.
Ante el monumento dedicado a los marineros y migrantes muertos en el mar frente la basílica de Notre Dame de la Garde (Nuestra Señora de la Guardia) en la ciudad portuaria, el líder religioso cargó contra la indiferencia ante la crisis migratoria.
“No podemos resignarnos a ver seres humanos tratados como mercancía de cambio, aprisionados y torturados de manera atroz”, dijo el papa en su mensaje recordando, aunque sin citar, los campos en Libia.
Y agregó: “No podemos seguir presenciando los dramas de los naufragios, provocados por contrabandos repugnantes y por el fanatismo de la indiferencia”.
Según la IOM , organismo vinculado a la ONU , cientos de personas más han sido rescatadas por la Guardia Costera libia en lo que va de 2023 y llevadas de vuelta a puerto, donde recibieron los primeros auxilios antes de ser interrogadas y trasladadas a centros de internamiento.
Los migrantes africanos están pereciendo a razón de 25 por semana – o sea, unos 1.300 por año – en el continente africano, incluso mucho antes de embarcarse en peligrosos viajes por el mar rumbo a Europa o la Península Arábiga. Desde 2014 más de 7.400 hombres, mujeres y niños han fallecido en tránsito a través de África, según lo muestran nuevos registros publicados hoy por el Proyecto Migrantes Desaparecidos (MMP por su sigla en inglés) de la OIM.
Estos registros que han sido agregados recientemente llevan la cifra total de muertes documentadas en el continente africano a 573 en 2019 y a 7.401 en los últimos cinco años. Además, estas cifras no llegan a capturar la verdadera escala de la tragedia, ya que las mismas representan solamente las fatalidades que han sido informadas.
Las cifras de la OIM muestran que ha habido más de 7.400 muertes en rutas migratorias de África en los últimos cinco años