Washington, D.C.- Donald Trump dijo este domingo que “deberíamos preocuparnos menos” por el presidente ruso, Vladimir Putin, y “más por los migrantes violadores y capos de la droga”, en momentos en que Europa está cerrando filas con Ucrania y que inició la cuenta regresiva para la entrada en vigor de aranceles del 25% a México y Canadá por lo que el estadounidense considera son esfuerzos insuficientes de ambos países contra el flujo de migrantes y de drogas a Estados Unidos.
“Deberíamos dedicar menos tiempo a preocuparnos por Putin y más a preocuparnos por las bandas de inmigrantes violadores, capos de la droga, asesinos y personas procedentes de instituciones psiquiátricas que entran en nuestro país, para que no acabemos como Europa”, escribió Trump en su red, Truth Social.
Sus comentarios se producen el mismo día en que líderes europeos se reunieron en Londres para cerrar filas con Ucrania, tras el enfrentamiento que tuvo el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en la Casa Blanca, el viernes pasado, con Trump en la Casa Blanca.
Zelensky viajó a Washington para firmar un acuerdo sobre minerales con Trump, parte de los reclamos del estadounidense, que exige a Ucrania compensar a Estados Unidos por el apoyo brindado en la guerra con Rusia.
Trump llamó por teléfono a su par ruso, Vladimir Putin, para buscar el inicio de negociaciones que pongan fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Zelensky ha pedido negociar primero con ellos y Europa también reclama un lugar en la mesa de negociaciones.
Sin embargo, Trump se ha distanciado de la alianza que hasta ahora existía entre Estados Unidos y Ucrania e incluso llamó “dictador” a Zelensky, a quien acusó de haber iniciado la guerra, cuando ésta empezó cuando Rusia anunció una “operación especial” por la que ingresó a territorio ucraniano.
Este martes, además, vence el plazo que había dado Trump para aplicar aranceles a México y Canadá, países a los que concedió una suspensión de un mes para evaluar sus esfuerzos en materia de tráfico de drogas y migrantes.
México envió el jueves a 29 capos de la droga, en un intento por evitar los aranceles. Entre ellos, a Rafael Caro Quintero, reclamado por Estados Unidos por el asesinato del agente encubierto de la DEA Enrique “Kiki” Camarena. Sin embargo, excepto el secretario de Estado Marco Rubio, el gobierno estadounidense no reconoció el papel de México en la entrega de los narcotraficantes.
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