Arqueólogos peruanos presentaron este martes los restos de 20 momias, entre ellas ocho niños, de entre 800 y 1.200 años de antigüedad que fueron sacrificados en ofrenda a un personaje de élite de un milenario complejo urbano de Cajamarquilla, en la periferia de Lima.
“La importancia y trascendencia de estos hallazgos es que se trata de un grupo de 20 personas entre ellos 12 adultos y 8 niños que fueron enterradas en un área contigua a la tumba de la momia en Cajamarquilla”, dijo a la prensa el arqueólogo Pieter Van Dalen, responsable del proyecto Cajamarquilla.
“Este hallazgo nos permite conocer más sobre las prácticas funerarias, rituales en esta zona tan cercana a Lima en períodos que van de 800 a 1.000 años después de Cristo”, declaró a la AFP Van Dalen.
El equipo de arqueólogos y representantes de la Universidad de San Marcos halló a inicios de febrero en Cajamarquilla seis fardos funerarios de niños y la momia de un personaje importante de ese milenario centro arqueológico.
El descubrimiento ocurrió cerca de la cámara funeraria de unos tres metros de largo y a una profundidad de 1.40 metros, donde en noviembre encontró la momia de quien ahora se presume sería una personaje importante.
Según Van Dalen, de 35 años, los niños estaban envueltos en telas y atados con soguillas acompañando al personaje de élite.
“El hallazgo de tantas personas acá nos hace recordar otros casos como el Señor de Sipán (norte de Perú) donde se le enterró acompañado con su esposa, hijos y sirvientes”, indicó.
El Señor de Sipán fue un antiguo gobernante mochica del siglo III, cultura que dominó el norte del antiguo Perú. Sus restos fueron descubiertos en julio de 1987.
“Muchas de estas personas han sido sacrificadas, hemos identificado en restos óseos evidencias de golpes y lesiones severas que les han ocasionado la muerte”, agregó.
En el lugar se encontraron además huesos de auquénidos, como llamas.
Las momias prehispánicas serían de la Cultura Wari, una civilización andina que floreció en el centro de los Andes aproximadamente desde el siglo VII hasta el XIII d. C.
Cajamarquilla es considerada una ciudad prehispánica de barro que pudo haber albergado entre 10 mil y 20 mil personas en un total de 167 hectáreas.
Se construyó hacia el año 200 antes de Cristo y estuvo ocupada hasta el año 1500.
“Estos descubrimientos van a dar otro giro a lo que fue Cajamarquilla donde se practicaban sacrificios y practicas funerarias”, dijo a la AFP la arqueóloga Yomira Huamán.
La urbe se localiza a 24 km al este de Lima y es uno de los complejos arqueológicos más grandes de la capital peruana, una metrópolis que hoy tiene 10 millones de habitantes.
mafa