Jerusalén, Israel.- El gobierno israelí debe garantizar el retorno de los rehenes en manos del movimiento islamista palestino Hamás en Gaza “lo mas rápido posible” y “mientras estén vivos”, afirmó el martes Yoav Gallant, tras ser destituido de su cargo como ministro de Defensa.

“Todo el mundo debe servir en el ejército y participar en la misión de defender al Estado”, añadió durante un discurso televisado, en referencia a los miembros de la comunidad judía ultraortodoxa, algunos de los cuales estaban exentos del servicio militar hasta que el Tribunal Supremo falló en su contra en junio.

Protestas estallan en Israel tras destitución de Gallant

La súbita destitución del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, por parte del primer ministro Benjamín Netanyahu, empujó la noche del martes a miles de israelíes a salir a las calles para protestar contra la medida, como ya ocurrió a finales de marzo de 2023, cuando Netanyahu lo cesó por primera vez por oponerse a su reforma judicial.

La decisión de Netanyahu ha provocado movilizaciones en todo el país, incluso en ciudades del norte como Haifa donde el temor de ataques de la milicia chií Hezbolá, desde el Líbano, está muy presente.

El primer ministro israelí justificó el cese de Gallant por discrepancias en la gestión de la guerra en Gaza y afirmó que existen “brechas significativas” entre Gallant y que “estas brechas fueron acompañadas de declaraciones y acciones que contradicen las decisiones del Gobierno y las decisiones del Gabinete”.

Sin embargo, los manifestantes se oponen a la decisión y consideran que únicamente favorece la supervivencia política de Netanyahu, pero no a al país, desgastado por una guerra en Gaza desde hace más de un año.

“Básicamente (Netanyahu) lo ha despedido por ir en contra de su discurso. Gallant ha logrado matar a todos los líderes más importantes (de Hamás). Era un buen ministro. Ahora mismo yo no me siento seguro en este país”, dice a EFE el israelí Omri kalischer, de 23 años y participante en la protesta con un millar de personas que rodea la vivienda de Netanyahu en Jerusalén.

Entre los gritos más repetidos, además del de ‘corrupto’, los israelíes piden un acuerdo para la liberación de los rehenes en manos de Hamás y que los ultraortodoxos sirvan como el resto de jóvenes en el Ejército, ambas demandas defendidas por Gallant, pese a la oposición del primer ministro.

“Tenemos un primer ministro irresponsable. Solo le importa acumular poder. ¿Por que siguen todavía los rehenes en Gaza?, dice a EFE Zeev, de 67 años, en referencia al casi centenar de cautivos aún en manos de Hamás.´

La Policía cargó contra los participantes en la protesta después de que “varios cientos de personas” rompieran la barrera policial levantada por los agentes con la intención de aproximarse a la residencia de Netanyahu.

“Estas acciones se produjeron en violación de las instrucciones de la policía y son contrarias a la decisión judicial sobre la distancia permitida para las protestas cerca de las residencias privadas de funcionarios públicos”, aseguró la Policía en un comunicado.

La nota agregó que la protesta “se intensificó hasta convertirse en disturbios violentos y desorden público, que incluyeron el lanzamiento de bengalas y el encendido de hogueras“, por lo que se “declaró ilegal” y se dio la orden de dispersión”.

“Los alborotadores no obedecieron, lo que llevó a la Policía a utilizar la fuerza para dispersar a los infractores”, asegura la nota.

desa/mgm

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