Por César Huerta Ortiz
“Obviamente”, dice Diego Luna, “hay un reclamo en esta película”.
Y sigue: “Hay una ausencia de Estado, hay una impunidad brutal, hay un reclamo a la autoridad, pero creo lo más importante es que es un llamado a la ciudadanía, a nuestra comunidad, a que hagamos de este, nuestro problema, a que hagamos de este, nuestra lucha”.
El actor de “Rogue One: una historia de Star Wars” e “Y tu mamá también” se refiere así a “Estado de silencio”, largo documental que presentó ayer en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
Se trata de un filme que aborda lo peligroso que es ser periodista en el país, tomando como base cuatro reporteros en su trabajo cotidiano, mostrando los obstáculos y riesgos que enfrentan al denunciar injusticias y corrupción.
La lente del cineasta Santiago Maza sigue a María de Jesús Peters, corresponsal de EL UNIVERSAL en Chiapas y Marcos Vizcarra, de Sinaloa, ambos presentes en la función, así como Jesús Medina, de Morelos y Juan de Dios García, también de Chiapas.
“Es la importancia de involucrarnos, este es nuestro derecho, el derecho a tener acceso a una información libre, eso nos los merecemos todos y todas, a que como público reaccionemos y digamos qué chingón es comunicarnos con libertad”, señala Luna durante una sesión de preguntas y respuestas con el público asistente.
“Estado de silencio” fue algo que tuvo su embrión en 2018, cuando Luna tenía la idea de hacer un proyecto sobre periodismo y, cada que pensaba podía concretarse, no sucedía.
“Queríamos hacer una serie y conocer muchísimos casos, pero nadie la quiso producir con nosotros, nos decían que regresáramos cuando ya la hubiéramos hecho”, recuerda.
Al final con su compañía La Corriente del Golfo, fundada con su socio y amigo, el también actor Gael García Bernal, encabezó el proyecto para la producción. Por el momento el filme no tiene fecha de salida en México.
“Este viaje me ha hecho entender al periodismo en la vida”, recalca Luna.
Peters, la corresponsal de El Gran Diario de México, comenta al tomar el micrófono que la idea era visibilizar el problema.
“Duele que seamos un grupo que no le interese a nadie, que la misma sociedad nos rechaza, lo que queremos es que se vea la importancia de nuestro trabajo”, destaca.
rad