Testigos han descrito escenas de pánico y caos total cuando las estrechas calles del popular distrito de Itaewon, en Seúl, se llenaron de gente hasta formar multitudes en las que costaba respirar y moverse.

“Había decenas de miles de personas, la mayor cantidad que he visto en mi vida…hasta el punto de que nos aplastaron contra el pavimento”, le dijo a la BBC el periodista independiente Raphael Rashid.

Miles de adolescentes y veinteañeros llegaron disfrazados a Itaewon, un distrito en el corazón de la capital conocido por su vibrante vida nocturna, emocionados de poder festejar tras dos años de restricciones de covid en Corea del Sur.

Pero los videos de lo ocurrido reflejaron el desarrollo de una tragedia que un testigo comparó con una película de guerra.

Se han reportado más de 150 muertos y más de 80 heridos en el desastre que sucedió el sábado en la noche.

Las imágenes que se han difundido muestran multitudes tan apretadas que las personas apenas podían moverse.

Unos lograron salir a un lugar seguro, pero se vieron transeúntes desesperados que ayudaban a los paramédicos a dar reanimación cardiopulmonar (RCP) a los heridos y una larga fila de víctimas en bolsas para cadáveres en el pavimento.

Un callejón de pendiente pronunciada se convirtió en una trampa mortal, pues, al parecer, la multitud se abalanzó hacia delante y la gente de adelante se cayó y fue pisoteada por los que estaban atrás.

“Las personas en el medio”

En algunos videos que se han publicado en Twitter se ven a los rescatistas jalando desesperadamente a las personas para sacarlas de una multitud abarrotada.

“Una persona bajita como yo ni siquiera podía respirar”, dijo una testigo citada por la agencia de noticias AFP.

Contó que había sobrevivido porque estaba al borde del callejón, pero que “las personas en el medio sufrieron más”.

Raphael Rashid dijo que “nadie entendía realmente lo que estaba pasando” y algunos policías estaban “parados encima de sus patrullas tratando desesperadamente de decirle a la gente que abandonara la zona lo antes posible”.

El médico Lee Beom-suk le dijo a la emisora local YTN que había tratado de revivir a algunas víctimas con RCP, pero que “el número explotó poco después, superando en cantidad a los primeros en responder (a la emergencia) en el lugar”.

“Muchos transeúntes vinieron a ayudarnos con la RCP”.

También dijo que “los rostros de muchas víctimas estaban pálidos”.

“No podía tomarles el pulso ni la respiración y muchos de ellos tenían la nariz ensangrentada”.

Park Jung-hoon, de 21 años, le dijo a la agencia de noticias Reuters que la situación estaba “completamente fuera de control”.

Y Moon Ju-young, también de 21 años, señaló que “había demasiada gente”.

“Sé que los policías y los rescatistas están trabajando duro, pero diría que hubo una falta de preparación”.

Una residente de Itaewon, Lee Su-mi, de 53 años, le indicó a Reuters que “aquellos jóvenes que fueron llamados ‘generación covid’ finalmente pudieron celebrar Halloween como su primer festival”.

“Entonces nadie fue capaz de prever que el festival se convertiría en un desastre”.

“Murieron en sus manos”

Fan Wang, BBC News, Singapur

A Ana, una española de 24 años, se le pidió que ayudara a tratar de reanimar a las víctimas mediante RCP, a pesar de que nunca antes lo había hecho.

Ella y su amiga alemana, Melissa, de 19 años, estaban en un bar al lado de donde ocurrió la estampida.

Cuando intentaban salir alrededor de las 23:00 hora local, vieron ambulancias y policías que corrían pidiendo a la gente que se apartara para abrir espacio para sacar a los muertos y heridos.

“Había tantas personas que necesitaban gente común para hacer RCP. Entonces todos comenzaron a participar y ayudar. Teníamos dos amistades que sabían hacer RCP y salieron a ayudar”, le dijo Ana a la BBC.

“Tres minutos después o tal vez más regresaron llorando y con trauma porque trataron de salvar a cinco o seis personas, pero todas murieron en sus manos”, añade la española.

Entonces fue cuando salió a ayudar a dos muchachas. Sin saber cómo realizar una RCP, seguía las instrucciones de otros.

“Me decían cómo sostener la cabeza y abrir la boca y cosas por el estilo. Estaba tratando de ayudar, pero ambas también estaban muertas. Debo decir que todas las personas que trajeron para hacer RCP, la mayoría de ellas ya no respiraba, por lo que no podían hacer nada. No pudimos hacer nada, ese fue el trauma principal”, dice Ana.

“La gente cayó como fichas de dominó”

Servicio Tailandés de la BBC

Jessi Jassicah estaba en un bar en la esquina del callejón donde ocurrió la tragedia.

Acababa de abrir una botella de champán cuando escuchó un grito y se volteó para mirar qué pasaba afuera.

“La gente ya se había caído” -contó en un video que publicó en Facebook- “y se cayó como fichas de dominó”.

De acuerdo con Jassicah, la gente comenzó a luchar para ponerse de pie y el personal de seguridad trató de evitar que entraran al bar cuando intentaban escapar de la aglomeración.

“Estuve encerrada por un tiempo porque la seguridad no me permitía salir. Estaba aterrorizada cuando veía a la gente escupiendo sangre y cómo les hacían resucitación cardiopulmonar”, dijo.

Dice que cuando logró salir y caminó hacia el siguiente callejón, se sorprendió al ver que “los turistas todavía estaban bailando, todavía estaban tomando fotos”.

“Fue impactante porque mucha gente no había visto las noticias, todavía no sabía lo que estaba pasando”.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here