Dos autobuses con inmigrantes indocumentados enviados desde la frontera con México, en Texas, arribaron a Washington, DC, la mañana de este jueves, pero a diferencia de llegar a Union Station, lo hicieron cerca de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris en el Observatorio Naval, reportaron medios locales. Los pasajeros descendieron de los autobuses tras el largo viaje terrestre desde Texas. La mayoría de ellos proviene de Venezuela, reportó Matt Gregory de WUSA9, según la nota periodística de Univisión.com. Desde abril, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha enviado autobuses con inmigrantes indocumentados en protesta primero por lo que parecía inminente en aquel momento, la cancelación del Título 42, que impide hacer solicitudes de asilo en la frontera por orden del expresidente Donald Trump.
La organización de apoyo a inmigrantes Sanctuary DMV estaba desde las 6 am en Union Station esperando el arribo de los autobuses, pero sus integrantes se percataron del desvío hacia el Observatorio Naval y acudieron ahí. Vía redes sociales solicitaron donativos para apoyarlos. Hace una semana, el 8 de septiembre, la alcaldesa de Washington, DC, Muriel Bowser, declaró un estado de emergencia pública y anunció la creación de la Oficina de Servicios para Migrantes, con un presupuesto inicial de $10 millones, tras la llegada que entonces se calculaba de unos 9,400 inmigrantes indocumentados enviados por los gobernadores de Texas y Arizona. Bowser además anunció que enviará una legislación de emergencia al Concejo que garantice proveer nuevos servicios a los inmigrantes.
El Distrito reportó que recibe unos 10 autobuses con inmigrantes cada semana y esta cantidad se mantiene constante, pese a que se inició el traslado desde la frontera sur de vehículos de pasajeros hacia Chicago y Nueva York, y que se espera que este flujo continúe los próximos meses. Los inmigrantes empezaron a llegar a la capital en abril, con autobuses que tienen como destino Union Station tras viajes de 30 horas desde Texas. Más tarde, Arizona implementó la misma medida.
El Departamento de Defensa rechazó dos solicitudes de apoyo de Washington, DC, para que la Guardia Nacional brinde apoyo por la llegada de de los inmigrantes enviados desde Texas y Arizona. El Pentágono dijo que el uso de la Guardia Nacional de DC sería inapropiado y perjudicaría la preparación general de las tropas, lo que obligaría a algunos a cancelar o interrumpir el entrenamiento militar. En su segunda solicitud, la alcaldesa Muriel Bowser pidió el apoyo por 90 días los esfuerzos de seguridad, refugio y alimentación de los inmigrantes que llegan en autobuses de manera cotidiana por órdenes de los gobernadores Greg Abbott y Doug Ducey.
El Distrito ha colocado a familias en hoteles y albergues de forma temporal, con apoyo de organizaciones de asistencia, pero se calcula que solo entre el 15 y el 20% de los inmigrantes tienen como destino final la capital del país. El Pentágono rechazó la primera solicitud a principios de agosto, diciendo que perjudicaría la preparación de la Guardia Nacional de DC y que la ciudad había recibido subvenciones a través del Programa de Alimentos y Refugio de Emergencia de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Este movimiento de imigrantes lo inició Greg Abbott, gobernador de Texas, ante lo que parecía el fin del Título 42, que obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se resolvía su caso. La alcaldesa de DC, Muriel Bowser, calificó como una “crisis humanitaria” el arribo masivo de los inmigrantes, ante la saturación de los mecanismos de la ciudad para atenderlos, mientras organizaciones del DMV critican que los gobernadores de Texas y Arizona usan a los inmigrantes para fines políticos de cara a las próximas elecciones federales.