Colorado Springs.— Cinco personas murieron y al menos 25 resultaron heridas en un club nocturno gay en Colorado, cuando un sujeto entró armado al local y comenzó a disparar.
Colorado estaba ayer de luto por el ataque, ocurrido la noche del sábado al domingo, y que no fue peor gracias a dos “héroes” que estaban en el club y lograron reducir al agresor, identificado como Anderson Lee Aldrich, de 22 años.
El ataque ocurrió en el Club Q de Colorado Springs, donde los asistentes a la fiesta celebraban el Día del Recuerdo Transgénero, que cada 20 de noviembre rinde homenaje a las personas trans que fueron víctimas de ataques violentos.
En cuanto Aldrich entró al lugar comenzó a disparar con un rifle largo, pero llevaba además otra arma. La policía señaló que un número no especificado de los heridos se encuentra en estado crítico.
“Al menos dos personas heroicas dentro del club se enfrentaron, lucharon con el sospechoso y pudieron impedir que siguiera matando”, dijo el jefe de la policía, Adrian Vasquez, en una conferencia de prensa. Las personas que lograron controlar al agresor no fueron identificadas.
Joshua Thurman, de Colorado Springs, estaba en el club en ese momento. “Fue tan aterrador”, contó ayer a periodistas.
Detalló que cuando comenzaron los disparos, pensó que era la música, y siguió bailando. “Luego oí otra serie de disparos, y entonces un cliente y yo corrimos al camerino, nos tiramos al suelo, cerramos las puertas con llave y llamamos a la policía inmediatamente”. Desde allí, escuchó los sonidos de más disparos, gente llorando y ventanas destrozadas. Cuando salió, añadió, “había cuerpos en el piso. Había vidrios rotos, vasos rotos, gente llorando. Se suponía que era nuestro espacio seguro… ¿A dónde se supone que debemos ir?”, lamentó.
Aldrich resultó herido y permanece en el hospital, dijo la policía. El propietario del Club Q, Nic Grzecka, dijo a ABC News que no reconocían al sospechoso y que nunca lo habían visto dentro de su negocio, un local para adultos que acoge —entre otras actividades— espectáculos de travestismo.
Grzecka dijo que creían que el sospechoso tenía como objetivo a la comunidad LGBTQ. Las autoridades siguen investigando y no lo han calificado aún de crimen de odio.
La policía no ha confirmado si el agresor es el mismo que en junio de 2021 fue detenido en relación con una amenaza de bomba. En aquel momento, fue la madre del agresor quien denunció que él había amenazado con lastimarla con una bomba casera o “armas múltiples”. El hombre fue acusado por amenazas y secuestro en primer grado.
El tiroteo de este sábado es el más reciente de una larga historia de ataques a lugares LGBTQ en Estados Unidos, el más mortífero de los cuales cobró 49 vidas en un club nocturno en Orlando, Florida, en 2016.
Los estadounidenses “no pueden ni deben tolerar el odio”, dijo ayer el presidente Joe Biden —quien cumplió 80 años— tras conocer la noticia. Aunque el motivo del ataque aún no está claro, criticó la violencia contra la comunidad LGBTQ, en particular hacia las mujeres transgénero de color.
“Los lugares que se supone que son espacios seguros de aceptación y celebración nunca deben convertirse en lugares de terror y violencia. Sin embargo, sucede con demasiada frecuencia. Debemos eliminar las desigualdades que contribuyen a la violencia contra las personas LGBTQ”, dijo en un comunicado de la Casa Blanca.
Jared Polis, el primer gobernador abiertamente gay de Colorado y del país, calificó el tiroteo de “horrible, enfermizo y devastador”, y felicitó a quienes redujeron al agresor.