Estados Unidos anunció este domingo 100 millones de dólares en ayuda adicional para afrontar las consecuencias de los terremotos en Turquía y Siria, lo que eleva el apoyo total del país hasta los 185 millones.

El Departamento de Estado indicó en un comunicado que el presidente, Joe Biden, autorizará el suministro de 50 millones por parte del Fondo de Emergencia de Asistencia para Migrantes y Refugiados (ERMA, en inglés).

Los otros 50 millones de dólares se facilitarán a través del Departamento de Estado y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés).

Esa ayuda, según la nota, se centrará en población afectada por los sismos en ambos países y estará disponible para apoyar a organizaciones internacionales y no gubernamentales. Servirá para entregar mantas, colchones, comida, ropa de abrigo o tiendas de campaña, entre otros materiales.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se encuentra precisamente en Turquía este domingo.

Sobrevoló junto al ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, una de las zonas afectadas por el terremoto, y su agenda incluye un encuentro en Incirlik, cerca de la ciudad de Adana, con familiares de militares turcos afectados por el seísmo, equipos de rescate estadounidenses y miembros de los Cascos Blancos, una organización de ayuda humanitaria de Siria.

Es su primer viaje al país euroasiático y mañana participará en Ankara en un acto oficial con Çavusoglu, a quien agradecerá la cooperación turca para hacer llegar ayuda humanitaria a las zonas afectadas por el terremoto en Siria.

Un millón de turcos en refugios temporales

Aproximadamente un millón de ciudadanos turcos viven actualmente en tiendas de campaña, casas prefabricadas o alguna institución de acogida temporal.

A esto se añade casi medio millón de personas que han sido evacuadas de las zonas afectadas por el terremoto, explicó Yunus Seker, presidente del servicio de emergencias nacional turco AFAD.

“Hemos evacuado a 460.945 personas de las regiones afectadas y estamos alojando a 318.000 de ellas en albergues públicos y hoteles”, dijo Seker ante la prensa en Ankara.

“Seguimos albergando en la región a aproximadamente un millón de personas afectadas por el terremoto en tiendas de campaña, casas prefabricadas y diversas instituciones”, agregó.

Precisó que la cifra de fallecidos constatada se eleva hoy a 40.689, lo que supone un aumento de 47 con respecto al balance dado a conocer ayer, que es provisional y se espera aumento de forma significativa, dadas las estimaciones de que aún quedan decenas de miles de cuerpos bajo los escombros.

La búsqueda de supervivientes ya ha concluido en casi toda la región, exceptuando las provincias de Kahramanmaras y Hatay, las más afectadas, donde aún se busca en unos 40 edificios, dijo Seker.

Prometió que en los próximos meses se planifica terminar el establecimiento de 100.000 casas prefabricadas en la región.

Según las últimas cifras, difundidas hoy por el Ministerio de Urbanismo, 20.000 edificios, que suman 71.000 viviendas u oficinas, se han derrumbado en las once provincias afectadas.

En total, de 830.000 edificios investigados hasta ahora en la región, 105.000 o bien están derrumbados o tan gravemente dañados que deben demolerse cuanto antes, señala un comunicado del Ministerio.

Tres cuartas partes del total de edificios inspeccionados no han sufrido desperfectos (407.000) o solo tienen daños leves (205.000), por lo que pueden volver a habitarse de inmediato, según subrayó el vicepresidente turco, Fuat Oktay.

Las autoridades han insistido, no obstante, que no se debe entrar en ninguna casa cuya solidez no haya sido previamente certificada por expertos.

Los sismos en Turquía y Siria, de magnitud 7,7 y 7,6 en la escala de Richter, respectivamente, se produjeron el 6 de febrero y el recuento de muertos se eleva por el momento a más de 45.000 en ambos países.

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