Seúl.— Estados Unidos y Corea del Sur respondieron ante el desafío de Corea del Norte con la ampliación del ejercicio militar Tormenta Vigilante y advirtieron a Pyongyang que usar cualquier tipo de arma nuclear contra Seúl u otros aliados regionales resultaría en el fin del régimen de Kim Jong-un, mientras Norcorea puso en alerta a la península con varias pruebas de misiles.
Norcorea ha lanzado más de dos docenas de misiles en los últimos dos días en respuesta a los ejercicios militares de Estados Unidos y Corea del Sur que comenzaron el lunes. Los lanzamientos han hecho que los surcoreanos huyan a refugios y han desgastado aún más los nervios de una población que está de luto por la muerte de más de 150 personas durante una aglomeración en Halloween en Seúl.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa de Corea del Sur, Lee Jong-sup, después de reunirse en el Pentágono, emitieron una declaración en la que “condenaron enérgicamente” la creciente flexión militar de Corea del Norte.
Cualquier uso de armas nucleares, incluidos dispositivos tácticos de menor rendimiento contra Seúl u otros aliados regionales como Japón, “resultaría en el fin del régimen de Kim Jong-un por la respuesta abrumadora y decisiva de la alianza”, dijo Lee en una conferencia de prensa con Austin.
En sus lanzamientos del jueves, Norcorea probó un misil balístico intercontinental, lo que generó una condena rápida de la Casa Blanca, que acusó a Pyongyang de “desestabilizar la situación de seguridad en la región”. Washington y Seúl anunciaron que el ejercicio militar Tormenta Vigilante, que estaba programado para terminar el viernes, se extendería indefinidamente. Pyongyang respondió que se trata de un “error terribe e irrevocable”.
Austin descartó desplegar nuevos efectivos permanentes en la península de Corea y defendió que la actual estrategia de disuasión nuclear contra Pyongyang está funcionando. “No habrá un despliegue de nuevos efectivos estratégicos permanentes, sino efectivos que entran y salen de forma rutinaria”, dijo el jefe del Pentágono en una rueda de prensa con su homólogo surcoreano, Lee Jong-Sup.
La reunión de ambos ministros de Defensa coincidió con el lanzamiento por parte de Corea del Norte de tres misiles balísticos, uno de los cuales activó la alerta en varias regiones de Japón, un día después de haber disparado otros 20 proyectiles.
Austin defendió que la estrategia de disuasión de Estados Unidos en la región “está siendo efectiva” y puso como ejemplo los recientes ejercicios militares que han permitido “aumentar la capacidad para poder luchar” cuando sea necesario.
El jefe del Pentágono aseguró, no obstante, que no existe ningún plan para ampliar los efectivos desplegados de forma permanente en la zona.
El secretario consideró que los movimientos de cazas y portaaviones envían “una señal bastante fuerte” y preocupan a las autoridades de Pyongyang.
“Creo que han sido disuadidos de atacar a Corea del Sur, y creo que han sido disuadidos de usar un arma nuclear en la península o contra Estados Unidos”, dijo. El ministro de Defensa de Corea del Sur dijo convencido que su vecino del norte está “preparado para efectuar una prueba nuclear”, aunque declaró que es “difícil” estimar cuándo la llevará a cabo.
Lee aseguró que la política de desnuclearización de Seúl no ha cambiado y que por ahora no se plantea el despliegue de armamento nuclear en la región.
El ministro descartó además que China tenga una influencia decisiva en la actividad nuclear de Pyongyang.
Las tensiones también han surgido por los informes recientemente desclasificados de que Rusia requirió a Norcorea el suministro de artillería para la guerra con Ucrania.
EEUU convoca al Consejo de Seguridad
Mientras, Estados Unidos, con el apoyo de varios aliados, solicitó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúna el viernes de urgencia para discutir los últimos lanzamientos de misiles de Corea del Norte.
Además de EU, pidieron la cita el Reino Unido, Francia, Albania, Irlanda y Noruega y se espera que se celebre a puerta abierta este viernes, según dijo a EFE una fuente diplomática.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, calificó de “intolerable” la serie de lanzamientos norcoreanos.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se ha reunido en repetidas ocasiones este año a raíz de ensayos bélicos norcoreanos, con Estados Unidos y otros países pidiendo un endurecimiento de las sanciones para tratar de parar los pies a Pyongyang.