Jerusalén, Israel.— Vecinos israelíes golpearon a uno de los codirectores palestinos de la película ganadora del Oscar “No other land” en Cisjordania, y luego fue éste detenido por elementos del ejército israelí, dijeron activistas judíos en el lugar.

Decenas de colonos atacaron la aldea palestina de Susiya en el área de Masafer Yatta, destruyendo propiedades, informó el grupo activista Center for Jewish Nonviolence (Centro para la no violencia judía).

Atacaron a Hamdan Ballal, uno de los codirectores de la producción conjunta palestino-israelí, dejándole la cabeza sangrando, reportaron los activistas. Mientras era atendido en una ambulancia, los soldados lo detuvieron a él y a un segundo hombre palestino, según el grupo.

El ejército israelí dijo que estaba investigando el episodio, pero no lo comentó de inmediato.

Josh Kimelman, activista que estaba en el lugar, dijo: “No sabemos dónde está Hamdan porque se lo llevaron con los ojos vendados”.

Un grupo de entre 10 y 20 colonos enmascarados lo atacaron a él y a otros activistas judíos con piedras y palos, y les rompieron las ventanillas del coche.

Un video proporcionado por el Center for Jewish Nonviolence mostraba a un colono enmascarado que empujaba y golpeaba con los puños a dos activistas del grupo en un campo polvoriento.

Los activistas corren hacia su coche. “¡Entren!”, grita uno, y se agachan mientras se oyen los golpes de las piedras arrojadas. “Han roto la ventanilla del coche”, dice el conductor mientras se marchan.

No Other Land, que ganó el Oscar este año a Mejor documental, narra la lucha de los residentes de Masafer Yatta para detener al ejército israelí de demoler sus aldeas.

Tiene dos codirectores palestinos, Ballal y Basel Adra, ambos residentes de Masafer Yatta, y dos directores israelíes, Yuval Abraham y Rachel Szor.

La película ha ganado una serie de premios internacionales, comenzando en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2024.

También ha provocado ira en Israel y en el extranjero, como cuando Miami Beach propuso brevemente poner fin al contrato de arrendamiento de un cine que proyectaba el documental.

El ejército israelí designó Masafer Yatta zona de entrenamiento con fuego real en la década de 1980 y ordenó la expulsión de los residentes, en su mayoría beduinos árabes. Unos mil residentes han permanecido, pero los soldados entran con regularidad para derribar casas y plantaciones de olivos; los palestinos temen que la expulsión total se haga en cualquier momento.

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