El hombre armado que mató a tiros a siete personas en un centro de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana de Hamburgo se suicidó después de que la policía irrumpiera en el edificio, dijo el viernes un funcionario local, y agregó que una mujer embarazada estaba entre las víctimas. También precisaron que uno de los fallecidos era de nacionalidad ucraniana y otro era ugandés.
El atacante huyó al primer piso del edificio después de que la policía irrumpiera “y se suicidara”, dijo el ministro del Interior regional, Andy Grote, y agregó que el rápido despliegue policial probablemente “salvó muchas vidas”.
El autor del tiroteo en Hamburgo era un miembro de los Testigos de Jehová, confirmaron las autoridades. Según la fiscalía, no hay indicios de motivación “terrorista” en el ataque.
Una mujer que estaba embarazada de siete meses estaba entre los muertos, agregó.
Las autoridades confirmaron que el atacante era un ex miembro de la comunidad comunidad religiosa, con la que estaba en conflicto, indicó este viernes la policía alemana.
El tirador fue identificado como Philipp F., de 35 años, que residía en Hamburgo desde el año 2015. Tenía licencia de armas como tirador deportivo y disparó en decenas de ocasiones en el interior del centro, donde había unas 50 personas, según la cadena NTV.
“Philipp F. era un ex miembro” de los Testigos de Jehová, dijo a la prensa un alto mando de la policía, y añadió que el atacante abandonó la comunidad hace unos 18 meses, “aparentemente, no en buenos términos”.
A las autoridades no les consta ningún tipo de sospecha contra él por posible extremismo, ni tampoco figura de hecho antecedente penal alguno, han explicado los mandos policiales en una rueda de prensa en la que han tratado de arrojar algo más de luz sobre el caso.
Armado de un revólver, mató a cuatro hombres y a dos mujeres de 33 y 60 años, una de ellas embarazada de siete meses, y cuyo bebé se cuenta como víctima mortal, precisaron las autoridades.
Ocho personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad.
La rápida llegada de las fuerzas de seguridad, que interrumpieron la masacre, permitió evitar un balance de muertos más elevado, según las autoridades.
Se desconocen los motivos del ataque perpetrado por el sospechoso.
“No hay indicios de contexto terrorista” detrás de la matanza, dijo un representante de la fiscalía de Hamburgo.
Eso sí, el atacante podría haber padecido de trastornos psiquiátricos.
El hombre, que no tenía antecedentes penales, “alimentaba una rabia contra los miembros de congregaciones religiosas, en particular contra los Testigos de Jehová”, explicó la policía.
El responsable de Interior en Hamburgo, Andy Grote, ha confirmado que el suceso se saldó con un total de ocho fallecidos de entre 33 y 60 años –incluido el presunto tirador y el bebé no nacido– y otros tantos heridos. Grote ha advertido de que nunca antes había visto un ataque de esta magnitud en la ciudad alemana, donde aún se mantiene parte del despliegue de seguridad en torno al lugar de los hechos.
También ha querido aprovechar para aplaudir el trabajo de las fuerzas de seguridad, ya que con su “rápida y decidida” acción “muy probablemente” lograron salvar vidas, informa la agencia DPA.