Científicos de la Sociedad de Neurociencia, organización dedicada a comprender la función del cerebro y el sistema nervioso, encontraron que existen afectaciones neuronales en los humanos y animales provocadas por la soledad, ya que las distancias sociales desatan cambios en la memoria, el razonamiento y los comportamientos sexuales e impactan, además, en el desarrollo de adicciones. Los expertos desentrañan si la pandemia ha agravado la aparición de trastornos.
Los hallazgos presentados en “Neurociencia 2021”, la reunión anual de la organización, señalan que los humanos somos una especie que necesita el contacto social para el bienestar. Sin embargo, cada vez que somos inducidos hacia el aislamiento -como ha ocurrido durante los recientes confinamientos-, no estamos exentos de sufrir cambios neurológicos y de comportamiento, que afecten a nuestra salud.
A raíz de la pandemia del Covid-19 y sus efectos psicológicos, los científicos -en un estudio publicado en Eureka Alert!”- se trazaron el objetivo de encontrar un tratamiento capaz de evitar las consecuencias adversas del aislamiento social a largo plazo, y contrarrestar así sus efectos negativos, a través de prácticas saludables como la actividad física.
“La pandemia ha tenido un efecto tremendo en nuestra salud mental. Esta investigación nos proporcionará información sobre qué circuitos neuronales específicos median los efectos conductuales inducidos por el aislamiento social. Entonces podemos encontrar formas de restaurar estos circuitos neuronales, contrarrestando las consecuencias del aislamiento social ” dijo Alexa H. Veenema, directora del Laboratorio de Neurobiología del Comportamiento Social de la Universidad Estatal de Michigan.
Para estos efectos, los investigadores de esta sociedad científica llevaron a cabo pruebas en ratones, en dos etapas etarias distintas de desarrollo, clasificadas como jóvenes (grupo uno) y adolescentes (grupo dos). Pese a que ambos grupos fueron estudiados de forma separada, para conocer los efectos que en ellos producía el aislamiento, se les proporcionó, indistintamente, estupefacientes, con el objetivo de medir qué tanto elevaban su consumo frente a la soledad.
Según el estudio, los ratones jóvenes, luego de convalecer la distancia, demostraron una clara dificultad adaptativa en tanto sociabilización. Del mismo modo, los resultados arrojaron que este grupo sugrió una alteración en uno de los circuitos de la corteza prefrontal del cerebro; la responsable de regular la memoria, la conducta y el razonamiento. Otra de las áreas afectadas fue el núcleo accumbens, que es considerado como la fase involucrada en la conducta sexual, el estrés, y la cual, además, podría propiciar la búsqueda de administración de drogas. Además, presentaron aumento de peso y ansiedad.
Con lo que respecta al grupo dos -ratones adolescentes-, al verse aislados, consumieron dosis más altas de cocaína, también presentaron cambios en la misma corteza cerebral (prefrontal). Este resultado podría ser un indicativo que la edad y las crisis vitales, afrontadas durante el proceso de maduración, impactan directamente en nuestras decisiones. De acuerdo con Erick Erickson, psicoanalista estadounidense, durante esta etapa, la búsqueda de identidad y socialización es esencial para un desarrollo mental saludable.
“Esta investigación muestra que el aislamiento social afecta a muchas regiones del cerebro y afecta a muchos comportamientos diferentes, lo que resulta en un mayor riesgo de enfermedad”, comentó la neurobióloga.
La novedad en esta investigación tiene que ver con el estudio del circuíto accumbens. escenial para el reconocimiento social entre ratones, y que, a la fecha, arrojó que los ratones jóvenes socialmente desvaforecidos mostraron deficiencias para reconocer a otros ratones. Este proceso, además, se prolongó hasta la edad adulta, y no reflejó mejor sino hasta después de un mes de resocialización.
De acuerdo con los investigadores, el ejercicio ayuda a minimizar los efectos del aislamiento social sobre la ansiedad, pues observaron que dicho trastorno y el aumento de peso, como resultado de la separación de la especie con sus consanguíneos, se redujo en roedores que se ejercitaban durante cinco días en una cinta rodante.
Como resultado de las observaciones, los científicos concluyeron que el aislamiento afecta a diversas regiones y comportamientos del cerebro, y concita a éste para el abuso de sustancias al reestructurar los circuitos neuronales, está asociado -además- a cambios en la corteza prefrontal, núcleo de accumbens, así como a los sistemas de dopamina y que el ejercicio puede minorizar los efectos producidos por la soledad.
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