Este domingo 2 de Abril, sucedió algo “mágico” en la Ciudad de México y en muchas ciudades del país, cuando muchos ciudadanos no llegaron tarde a sus diversos asuntos.
Miles de dispositivos móviles, como celulares y tabletas, además de computadoras y aparatos digitales con acceso a internet, ajustaron el horario de verano de manera automática, adelantando el reloj una hora.
Sin embargo, el gobierno mexicano estableció que el horario estacional quedó obsoleto desde octubre del 2022. Quienes en sus aparatos tenían ajustado el cambio de horario automático y no fueron conscientes de ese cambio, hicieron sus deberes una hora antes de lo normal.
Eso sucedió a cientos de usuarios del transporte público de la capital y la zona metropolitana que comparte con el Estado de México, que llegaron una hora antes de que abrieran las puertas del Mexibús, Metro, Tren Ligero, Mexicable, Suburbano, Trolebús, Cablebús. Otros tantos usuarios de las muchas de las rutas de transporte público vial, abordaron su combi, camión, pesera, microbús, bicitaxis y mototaxis, arribando una hora antes de su horario de entrada.
¿Qué pasó?
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, eliminó el pasado octubre el cambio de horario. A pesar de que la noticia fue televisada y anunciada en medios y redes sociales, muchos ciudadanos mexicanos no lo tuvieron presente el pasado domingo, y fueron tomados por sorpresa por sus aparatos digitales.
Usuarios de iOS, así como de Android, fueron afectados con el cambio de horario en automático, sin darse cuenta.
Sus dispositivos adelantaron una hora el reloj para ajustarse a la hora de verano, que ya no está vigente en el país. Esto se produjo debido la función “actualizar horario automático” en dispositivos electrónicos con acceso a internet. También falló el servidor de algunos soportes electrónicos que ofrecen servicios a dichos aparatos.
Decenas de historias han sido publicadas en redes sociales donde los usuarios reportaron momentos chuscos debido a que llegaron a sus lugares de trabajo cuando aun no abrían, otros reportan que llegaron con una hora de adelanto a diversos asuntos, haciendo que esperaran hasta que abrieran los centros comerciales o tiendas donde esperaban hallar ya abierto.
A pesar de la molestia y de la pena ajena de quienes tuvieron que esperar 60 minutos, involuntariamente, muchos celebraron que por vez primera, no llegaron tarde a su trabajo, como es bien conocido en México, que llegamos casi corriendo o de plano ya pasada la tolerancia de entrada.
Total, que nada nos acomoda.
