Charleston, Carolina del Sur.— El huracán Ian azotó la costa de Carolina del Sur este viernes, destrozando muelles e inundando calles después de que la feroz tormenta causara daños catastróficos en Florida, atrapando a miles en sus hogares y dejando al menos 23 muertos.
Si bien el centro de Ian tocó tierra cerca de Georgetown, Carolina del Sur, con vientos mucho más débiles que cuando cruzó la costa del golfo de Florida a principios de semana, la tormenta dejó bajo el agua muchas áreas del centro de la península de Charleston. También arrastró partes de cuatro muelles a lo largo de la costa, incluidos dos en Myrtle Beach. Videos mostraron que el agua llenaba los vecindarios de Garden City hasta el nivel de las pantorrillas. Cuando Ian atravesó Carolina del Sur, pasó de ser un huracán a un ciclón postropical.
Aunque se debilitó, “la amenaza de peligrosas sumersiones marinas, súbitas inundaciones y vientos violentos continúa”, advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, que registró ahora ráfagas de hasta 110 kilómetros por hora.
El presidente Joe Biden instó a los residentes a prestar atención a los llamados de precaución de los funcionarios locales, quienes pidieron a la población no circular por las vías inundadas.
“Esta es una tormenta peligrosa que traerá fuertes vientos y mucha agua, pero lo más peligroso será el error humano. Sea inteligente, tome buenas decisiones, controle a sus seres queridos y manténgase a salvo”, tuiteó el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster.
Se espera que Ian se “debilite en la noche para disiparse sobre el oeste de Carolina del Norte o Virginia” en horas tardías del sábado, según el NHC. Mientras tanto, las alertas de tormenta siguen vigentes en regiones de Carolina del Norte.
Fallecieron ahogados
En Florida, muchas de las víctimas murieron ahogadas, dijo a la AFP el Departamento de Policía en un comunicado.
Medios estadounidenses arrojan balances incluso más altos citando funcionarios del condado, como CNN que informó de 45 decesos por el paso de la tempestad.
En cuanto al balance material, es “histórico” para Florida, al no tener precedentes el nivel alcanzado por la crecida de las aguas, según el gobernador de este estado, Ron DeSantis. Ian dejó calles y casas inundadas y barcos amarrados en los puertos deportivos arrojados a tierra.
El viernes, en Kissimmee, no lejos de Orlando, las autoridades cruzaron las zonas inundadas en botes para rescatar a los residentes atrapados en sus casas.
En Florida “recién estamos comenzando a ver el alcance de la destrucción”, que “es probable que esté entre las peores (…) en la historia de la nación”, dijo el presidente Biden durante una alocución. “Sólo quiero que la gente de Florida sepa que vemos por lo que está pasando y estamos con usted (…) Se necesitarán meses, años, para reconstruir”, lamentó el mandatario. Hasta este viernes por la mañana, alrededor de 1.6 millones de hogares permanecían sin electricidad en el estado, de acuerdo con el gobernador de Florida.