“Más honrados no podríamos estar con el reconocimiento de la Academia a Elvis”, dice Baz Luhrmann a en nombre de todos los productores del filme.

En torno a sus 40 años, en 2002, el realizador australiano sorprendió al mundo con una osada cinta, visualmente atractiva y llena de covers musicales, “Moulin rouge!” (Amor en rojo), nominada a Mejor Película en los Oscar. Poco más de dos décadas después regresa a esa categoría con un proyecto que dirige, produce y escribe, que considera el mayor reto de su prolífica carrera.

“Llevar Elvis a la pantalla no fue sencillo, para muchos de nosotros involucró un proceso largo, un viaje de más de 10 años, es difícil de expresar el orgullo que se siente cuando te has dedicado tanto a algo”, detalla Luhrmann, de 60 años.

La cinta retrata la vida y carrera de Elvis desde la perspectiva de su manager, el coronel Tom Parker, quien lo acompañó durante cuatro décadas de carrera, interpretado por Tom Hanks, elegido en 2019 para dar vida a este papel que muchos han considerado un desatino en su trayectoria al punto de estar nominado a los premios Razzies 2023, a lo peor del la cinematografía mundial.

Pero pese a este punto negativo la cinta ha demostrado un buen tratamiento de un tema complicado: retomar la figura de un ídolo, algo que trajo frutos al realizador con una recaudación de 31.1 millones de dólares en taquilla en su primer fin, superando a Top Gun: Maverick, que alcanzó 29.6 millones en su quinta semana, destaca el crítico de cine Silvestre López Portillo.

“Es cierto que generó mucha conversación, Tom Hanks trae nominación de ‘lo peor que ha hecho’, y que la Academia haya nominado a Baz Luhrmann pese a eso está tratando de decir algún mensaje también”, señala Silvestre.

“La nominación de Elvis es un caso interesante porque parece que todo mundo la está pasando desapercibida, pero trae ocho nominaciones y es particularmente fuerte, no fue un guamazo, sorprendentemente le fue bien”, enfatiza.

El mismo Luhrmann acepta que estas nominaciones resultaron ser una sorpresa para él y los productores, quienes están entusiasmados con la idea de ganar alguna estatuilla, entre las que se encuentra Fotografía para Mandy Walker.

“Me emociona lo que sucede con nuestros incomparables equipos artesanales, desde la producción y el diseño de vestuario hasta el peinado y maquillaje, la edición, el sonido y la histórica inclusión de la directora de fotografía; es la tercera mujer en ser nominada a cinematografía”, resalta.

Destaca también la nominación de Austin Butler como Mejor actor, quien a sus 31 años compite contra grandes actores como Brendan Fraser y Colin Farrell.

El trabajo de introspección que Butler hizo para transformarse en el “Rey del rock” le tomó varios años; además del entrenamiento físico y las lecciones de canto, también aprendió karate, a bailar swing, claqué (tap) e incluso cambió su acento con un entrenador de dialecto para emular el tono sureño del intérprete de “I can’t help falling in love”.

“Austin es quien dedicó más de tres años al papel de Elvis”, subraya el productor.

El reconocimiento llega como una noticia agridulce tras el fallecimiento de Lisa Marie Presley, hija de Elvis, el pasado 13 de enero, a consecuencia de un paro cardiaco. “Queda entender el privilegio que ha sido contribuir al legado de Elvis Presley”, concluye Baz.

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