Al menos 748 inmigrantes murieron al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos durante el último año fiscal, de acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés), detalló Univisión.com en su portal de noticias. El año fiscal 2022 utiliza información del 1 de octubre de 2021 al 31 de Julio de 2022. Los datos, a los que tuvo acceso en un primer momento la cadena de noticias CNN, se conocen apenas tres días después de que nueve inmigrantes murieran cuando pretendían llegar a Estados Unidos a través de un peligroso cruce en un sector del Río Bravo, cerca de Eagle Pass, Texas.
La suma del el abrasador calor, el caudaloso paso del río y las caídas del muro fronterizo han cobrado vidas de inmigrantes más que en el periodo anterior. La cifra de 750 supera en más de 200 a la registrada en el año fiscal que precedió al actual. Los números del DHS muestran que desde el 1 de octubre de 2021 murieron al menos 748 personas, mucho más que los 557 fallecimientos registrados en el año fiscal anterior aun cuando falta todavía un mes para que concluya el actual.
El número real de muertes, no obstante, puede ser mucho mayor puesto que hay ocasiones en que los cuerpos no son recuperados por las autoridades locales. En el caso de los fallecidos del pasado 4 de septiembre, sus cadáveres fueron encontrados cuando autoridades fronterizas y mexicanas estaban rescatando a otros inmigrantes del río, cuyas aguas habían crecido debido a las fuertes lluvias en el área.
El flujo de inmigrantes continúa en crecimiento debido a las condiciones de pobreza y violencia que se viven en gran parte de Centroamérica, Sudamérica y El Caribe. Los arrestos en la frontera sur del país registraron un récord también este año. Desde el inicio del mismo año fiscal, la Patrulla Fronteriza ha registrado 1.82 millones de detenciones o “encuentros” con inmigrantes, un récord por segundo año consecutivo.
Solamente en julio, la Patrulla Fronteriza ejecutó 181,000 arrestos en la frontera sur. Organizaciones no gubernamentales han advertido que el incremento de medidas de seguridad, así como las restricciones para migrantes impuestas por la emergencia del coronavirus, ha hecho que los coyotes tomen caminos cada vez más riesgosos para los inmigrantes.
“Las organizaciones criminales transnacionales continúan poniendo en riesgo la vida de individuos por su ganancia personal y sin respeto alguno a la vida humana”, afirmó la Patrulla Fronteriza en un comunicado. “Las organizaciones de tráfico de personas están abandonando a migrantes en áreas remotas y peligrosas, lo que ha aumentado el número de rescates pero también, trágicamente, el número de muertes”.
Como muestra de ello, dos hermanos mexicanos fallecieron a inicios de agosto, abrazados en medio del desierto, después de que el coyote que los guiaba los abandonara bajo el intenso calor. Una mayor presencia de patrulleros en la frontera no está disuadiendo la migración indocumentada. Como indica el experto en inmigración Joseph Nevins, profesor de Vassar College en Nueva York, el número de agentes de la Patrulla Fronteriza pasó de 4,200 en 1994 a más de 20,000 en la actualidad. Típicamente, entre el 80% y 90% está destinado a la zona suroeste del país.
El gasto ha aumentado también. En 1994, el presupuesto de la Patrulla Fronteriza era de $400 millones. En 2021, de $4,900 millones, es decir, se multiplicó por siete si lo ajustamos con la inflación. Tanto el gobierno como los activistas que defienden los derechos de los inmigrantes piden a los migrantes que no se arriesguen, que no crucen la frontera en el verano y busquen vías legales o rutas seguras para llegar hasta la frontera y solicitar beneficios legales disponibles, como el asilo, y que eviten a toda costa cruzar ilegalmente.
“No se arriesgue por zonas remotas, por el desierto, porque la muerte acecha todos los días, sobre todo con temperaturas infernales”, dice Enrique Morones, de la organización Ángeles de la Frontera, que abastece puestos de agua en la frontera entre ambos países. “Están viniendo caravanas, la gente está tratando de cruzar con polleros (coyotes, traficantes de personas), pero ellos no le dicen la verdad a la gente, les dicen mentiras y los llevan por zonas aisladas donde si aparece una emergencia, a quién llama. Y muchas veces cuando la ayuda llega ya es demasiado tarde”, advirtió
Morrones recomendó además que, “no se arriesgue, no confíen en los polleros. Sabemos que la situación es difícil. En México hay un desastre humanitario y aquí con (Joe) Biden tampoco es más fácil de lo que pensábamos”.