Por Leobardo Vázquez Hernández

La vida de María de los Ángeles Ortiz cambió por completo en cuestión de segundos. La hoy tres veces medallista en Juegos Paralímpicos en lanzamiento de disco y bala, fue víctima en 2004 de la imprudencia de un conductor ebrio, quien le provocó la amputación de la pierna izquierda. Una tragedia que superó con apoyo de su entorno familiar, encontrando en el deporte una motivación para no claudicar.

“En 2004 un joven alcoholizado me levantó con la punta de su auto y me estrelló contra un muro de concreto y me dejó sin la pierna izquierda”, comentó.

María, quien suma múltiples récords en su carrera, reconoció que fue difícil su incorporación al deporte adaptado. “No quería, pero el camino era por allí. En 2006 participé en un regional en Veracruz y lo gané con una marca alta que me llevó a representar a México y ahí comenzó todo”.

La Leona, como fue nombrada por su disciplina y resiliencia, se dijo consciente de que el final de su exitosa trayectoria deportiva está muy cerca y serán las tierras francesas las que la vean decir adiós a su gran pasión. “París 2024 es un sueño. Serían mis quintos y últimos Juegos Paralímpicos; espero poder despedirme con México en lo más alto del podio, representado de manera digna a los mexicanos”, comentó.

La atleta, galardonada en 2011 con el Premio Nacional de Deportes y quien hace semanas cumplió 50 años de edad, le dejó un mensaje a los mexicanos. “Representar a México es un honor total, es llevar en tus hombros a todo tu país y decirle al mundo entero aquí está México”.

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