Más de 400 personas fueron detenidas en Rusia cuando rendían homenaje al líder opositor Alexei Navalny, fallecido en una remota colonia penal en el Ártico, según indicó un destacado grupo de derechos.
La muerte repentina de Navalny, de 47 años, fue un golpe devastador para muchos rusos que habían depositado sus esperanzas para el futuro en el enemigo más acérrimo del presidente, Vladímir Putin. Navalny siguió criticando abiertamente al Kremlin incluso tras sobrevivir a un envenenamiento por agente nervioso y recibir varias condenas de prisión.
La noticia se extendió por todo el planeta y cientos de personas en docenas de ciudades rusas acudieron el viernes y el sábado a lugares de recuerdo improvisados y monumentos a las víctimas de la represión política para rendir homenaje al político con flores y velas. En más de una docena de ciudades, la policía detuvo a 401 personas el sábado por la noche, según el grupo de derechos OVD-Info, que monitorea las detenciones políticas y proporciona ayuda legal.
Más de 200 detenciones se hicieron en San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, indicó el grupo. Entre los detenidos estaba Grigory Mikhnov-Voitenko, un sacerdote de la Iglesia apostólica ortodoxa que anunció en redes sociales sus planes de oficiar un servicio religioso en memoria de Navalny y fue detenido el sábado por la mañana delante de su casa. Fue acusado de organizar una marcha y encerrado en una celda de una comisaría, pero más tarde fue hospitalizado por una apoplejía, según OVD-Info.
Cortes de San Petersburgo ordenaron que 42 de los detenidos el viernes permanecieran entre uno y seis días de cárcel, mientras que otros nueve recibieron multas. Una corte en Moscú ordenó que al menos seis personas pasaran 15 días en la cárcel, según OVD-Info. Otra persona fue encarcelada en la ciudad sureña de Krasnodar y dos más en la ciudad de Bryansk, indicó el grupo.