Washington.— Las elecciones intermedias de Estados Unidos dejaron un sabor agridulce. Mientras muchos candidatos eran primerizos, para otros marcan prácticamente el adiós.

En Massachusetts, la fiscal general, la demócrata Maura Healey, fue elegida como gobernadora, convirtiéndose en la primera mujer y primera candidata abiertamente homosexual en ser elegida al cargo.

Healey venció al republicano Geoff Diehl, un exrepresentante estatal que contaba con respaldo del expresidente Donald Trump.

La elección de Healey le devuelve la gubernatura a los demócratas, luego de ocho años de administración republicana con Charlie Baker, quien optó por no buscar la reelección. Todo indica que no estará sola. La aspirante demócrata al Ejecutivo del estado de Oregon, Tina Kotek, también es abiertamente lesbiana y se perfilaba para un triunfo.

En tanto, el demócrata Wes Moore, veterano de la guerra de Afganistán, fue elegido como el primer gobernador afroamericano en la historia de Maryland. Moore, un reconocido autor en su primera candidatura a un cargo de elección popular, venció al republicano Dan Cox en un estado en donde los demócratas superan a los republicanos en proporción de 2 a 1. El triunfo de Moore suma a los demócratas un estado que había estado bajo gobierno republicano.

Su compañera de fórmula, Aruna Miller, se convertirá en la primera mujer de ascendencia asiática en ocupar el puesto de vicegobernadora.

En Florida, Maxwell Alejandro Frost es quizá el único demócrata que ha logrado sobrevivir, al derrotar al republicano Calvin Wimbish por un escaño en la Cámara de Representantes. A sus 25 años, el triunfo lo convierte, además, en el primer miembro de la Generación Z en conseguir un puesto en el Congreso, a donde busca llevar su lucha por el control de armas y por la justicia social.

Sanders, la enemiga de la prensa

También fue un día histórico para Sarah Huckabee Sanders, la exsecretaria de prensa de Donald Trump, cuya gestión se caracterizó por agrios enfrentamientos con los medios que la llevaron a reducir las sesiones informativas. Sanders, hija de un exgobernador y que rompió récord de recaudación local, también es reconocida por haber calificado, igual que Trump, de fraude los comicios de 2020. Se convierte en la primera mujer en tomar las riendas de Arkansas, cargo desde el que prometió que luchará contra el presidente Joe Biden y la “izquierda radical”.

Pero mientras el ánimo de celebración prevalecía entre los primerizos, una mujer que ha marcado la vida política de Estados Unidos estaba desaparecida: Nancy Pelosi. La presidenta de la Cámara de Representantes canceló la mayoría de sus actos públicos en la última semana de campaña, luego de que un intruso irrumpiera en su casa en San Francisco durante la noche a gritos de “¿dónde está Nancy?” y golpeara a su esposo en la cabeza con un martillo, en lo que las autoridades han calificado de ataque intencional.

El posible retiro de Pelosi

Pelosi, la mujer que enfrentó a Trump y que pospuso sus planes de retiro para frenarlo, ahora reconsidera sus planes, pensando en su esposo: “La decisión se verá afectada por lo que sucedió la última semana o dos”, reconoció.

Además, con la marea en contra de los demócratas, Pelosi dejaría de ser, a partir de enero, la líder de la Cámara Baja, al perder su partido la mayoría. No sólo se trata de un duro golpe para ella, que debutó en el recinto en 2007, sino para los demócratas, para quienes, por años, ha sido la imagen de la fortaleza, la decisión y la firmeza frente a los escenarios más adversos.

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