Ocho meses después de sufrir una parada cardíaca en pleno partido de la Eurocopa, el centrocampista danés del Brentford Christian Eriksen volvió a saltar a una cancha este sábado, en el encuentro de la Premier League que su equipo disputa contra el Newcastle.
El danés, al que le fue implantado un desfibrilador, entró en la cancha en el minuto 52 del partido, recibiendo una ovación por parte de la afición de su nuevo equipo.
Algunos aficionados mostraron pancartas con mensajes de apoyo y bienvenida para Eriksen, que fichó por este modesto equipo de la Premier en el último día del ‘mercato’ de enero, una vez desvinculado de su anterior club, el Inter de Milán, donde no pudo continuar por la normativa italiana que prohíbe que cualquier deportista pueda practicar deporte profesionalmente con un desfibrilador.
El danés de 30 años firmó hasta el final de la presente temporada.
El Brentford, que está en la pelea por no descender, perdíó 2-0 contra un Newcastle que también lucha por la permanencia.
El equipo local, además, jugaba en inferioridad desde la expulsión de Josh Dasilva en el minuto 11.
“Es un gran día para todos nosotros, pero sobretodo para Christian y su familia”, declaró el viernes su entrenador Thomas Franck al anunciar que el danés entraba en la convocatoria por primera vez y que podría tener sus primeros minutos.
El pasado 12 de junio, poco antes del descanso del partido de la primera fase de la Eurocopa que disputaban en el Parken de Copenhague las selecciones de Dinamarca y Finlandia, el capitán danés se desplomó en el suelo tras tocar una pelota.
Ante la mirada atónita de los 32 mil espectadores presentes en el Parken, incluida su esposa Sabrina Kvist, Eriksen tuvo que ser reanimado en el césped antes de ser evacuado en ambulancia, unas escenas que emocionaron a todo el mundo.
Se considera que Eriksen estuvo “muerto durante cinco minutos” antes de que fuese reanimado por los servicios de emergencia.