Ocho trabajadores sindicalizados del puerto de Long Beach, California, así como la propietaria de tres consultorios quiroprácticos y una trabajadora suya orquestaron un fraude de 2.1 millones de dólares en el que ellos recibían servicios sexuales y a veces sobornos, a cambio de someter falsos reclamos de terapias físicas por lesiones que pagaban sus planes médicos, describe una acusación federal, publicó Univisión.com en su portal de noticias. La Fiscalía identifica a Sara Victoria, de 46 años, como la cabecilla del esquema para estafar al gobierno. Ella se declaró culpable de los cargos de conspiración para cometer fraude en la atención médica y robo de identidad agravado. Ahora enfrenta una condena de hasta 12 años prisión.
Victoria se encargó de convencer a estos empleados, todos miembros del sindicato de estibadores ILWU-PMA, para que solicitaran servicios quiroprácticos y de acupuntura para ellos y sus familiares en sus tres negocios: Back to Life Wellness Center, The Chiroman Wellness Center y Waterfront Wellness. Pero cuando ellos acudían a esos lugares los esperaban nudistas pagadas por Victoria y una empleada de ella, Maricruz Mendoza Sillas, alias ‘Mary’, para tener relaciones sexuales. “Victoria contrató mujeres para brindar servicios sexuales a los trabajadores portuarios en sus negocios y las reclutó a través de referencias y de clubes nudistas en Long Beach”, señala un comunicado. Los amigos de esos ocho trabajadores también acudieron a los falsos servicios quiroprácticos.
Residente de San Pedro, Victoria operó sus tres consultorios de enero de 2017 a agosto de 2021. En ese período los tres fungieron como prostíbulos clandestinos, de acuerdo con el Departamento de Justicia. El plan médico que defraudaron cubría todos los servicios quiroprácticos sin deducible y sin requerir que los miembros del plan aporten un centavo de su bolsillo. De los $2.1 millones que Victoria trató de cobrar, el plan alcanzó a pagarle más de 550,000 dólares. “Hola, chica nueva”, escribió Victoria el 2 de septiembre de 2020 en un mensaje que le llegó al celular de uno de los trabajadores portuarios. “Si puedo te enviaré un mensaje de texto”, respondió él. La acusación describe otras conversaciones escritas entre los acusados y Victoria, a quien también le dicen ‘Vanessa’ y ‘Sarita’.
“Escuché que la colombiana está hoy jaja”, se lee un mensaje de texto que hace referencia a una prostituta. “Usted debe darme uno gratis por ser buen cliente”, escribió alguien el 18 de marzo de 2021, según Univisión.com. El gobierno menciona a cuatro estibadores en este caso: Rodolfo Bojórquez, César Delgadillo, Joel Lizárraga, Simón Ramírez y Cameron Rahm. Al resto los identifica por sus iniciales: LR, RM y CH. La cabecilla de la conspiración también admitió haber usado la identidad de otra persona.
Cameron Rahm, de 39 años, enfrenta un cargo adicional de hacer declaraciones falsas a agentes federales, por negar su participación en la conspiración cuando fue entrevistado por elementos del FBI. “Era supuestamente uno de los clientes de los negocios de Victoria y accedió a que ella sometiera reclamos fraudulentos al plan médico de ILWU-PMA por servicios no prestados o sexuales”, señala el comunicado de la Fiscalía. Si es declarado culpable él podría recibir una sentencia de hasta 15 años de prisión.
Sus compañeros estibadores ya se declararon culpables y se espera que comparezcan en las próximas semanas ante una corte federal de Los Ángeles. El puerto de Long Beach y el de Los Ángeles son el complejo en su tipo más grande del país. Su enorme volumen de operaciones está ligado directamente a la compra de artículos hechos en Asia.