Autoridades del céntrico estado mexicano de San Luis Potosí abrieron una investigación para establecer responsabilidades por el fallecimiento de una niña de 3 años que fue velada viva después de ser declarada muerta erróneamente en un hospital. La noche del pasado martes 16 de agosto, Camila Roxana Martínez pidió a su madre, Mary Jane Mendoza, de 20 años, que la llevara al baño en su casa de la comunidad de La Herradura. La pequeña dijo que se sentía mal. Durante el día había comido unas alitas de pollo y estaba mal del estómago. Ambas volvieron a la cama y se acostaron.

Según Univisión.com, la madre luego notó luego que tenía fiebre, pero al intentar bajarle la temperatura sin éxito, decidió llevarla a una clínica. En las imágenes, la pequeña Camila Roxana Martínez, de 3 años, con su madre Mary Jane Mendoza. Martínez falleció después de ser velada viva en su propio funeral en la comunidad de La Herradura, San Luis Potosí, México el pasado 17 de agosto. Crédito: Cortesía José Octavio Martínez.

Según narró la propia Mendoza al portal local de noticias Che Pachón el lunes, en la clínica le recetaron dos medicamentos, pero, como la madre no veía mejoría en la salud de su hija, acudió a un pediatra particular, quien las remitió de urgencia al Hospital Básico Comunitario. A las 10:00 horas del miércoles 17 de agosto, a Camila le fue controlada la fiebre con medicamento y compresas húmedas. Una hora después, la madre relató que le entregaron a su hija acompañada de una receta de paracetamol y dos sobres de suero.

Abuela, madre y nieta volvieron a casa. Sin embargo, la pequeña no mejoró con el paso de las horas sino todo lo contrario. “Medicina que le daba, vomitaba; comida que le daba, devolvía”, relató Mendoza al portal. Al no ver mejoría, llevaron a Camila a otro médico particular, quien la revisó y la envió junto a sus familiares de regreso a urgencias del Hospital Básico Comunitario.

Ahí, el médico identificado como Horacio N, quiso colocarle suero y oxígeno; sin embargo, en el hospital carecían de material por lo que tuvieron que ir en busca de él. Mendoza pidió el traslado de Camila a la capital del estado sin que le hicieran caso; no obstante, unos minutos después, la declararon muerta.

“Cuando yo corrí a ver a la niña, ya me le habían quitado el oxígeno, el suero. Ya no hicieron nada, entonces yo agarro a la bebé y me abraza. Entonces les digo, ‘pero ella no está muerta’. Sentí fuerzas de ella. Y me dice el doctor: ‘¡Ya suéltala, ya no la maltrates!’ Y me agarró la mano y me encerró en un cuarto”, relató.

El cuerpo de la menor le fue entregado a su madre a través de una funeraria que el hospital de Salinas solicitó. El cuerpo llegó a su casa de La Herradura y fue preparado por una de sus tías. Durante el velatorio la mañana del jueves, Mendoza observó a su hija por el vidrio que cubría el cadáver. En un momento, vio que movía sus ojos y notó que el cristal se empañaba.

Personal de la funeraria le dijo que era parte del trauma o por falta de sueño. Sin embargo, Mendoza le dijo a su suegra: “La bebé como que abrió los ojos”. La suegra abrió el ataúd y colocó un espejo debajo de la nariz de la pequeña y observó que respiraba. Además, tomó sus manos y vio que ninguna de sus uñas ni otra parte de su piel había cambiado de color, como normalmente ocurre a los fallecidos.

De inmediato llamaron a la enfermera de la comunidad para que verificara el estado de la niña. La enfermera corroboró que tenía pulso y una oxigenación de 97%. La enfermera sugirió que mandaran a la niña al hospital del IMSS-Bienestar de la comunidad de Los Hernández para que la revisaran.

La familia trasladó a la niña a una clínica particular de La Herradura donde otra doctora le dijo que había fallecido: “Y ahora sí, sus uñitas se le comenzaron a poner moradas… pero yo no estaba tranquila pedimos una ambulancia”, comentó Mendoza. La ambulancia venía del hospital Los Hernández de IMSS-Bienestar. Al no llegar, la madre pidió a un familiar que la moviera. “Aunque nos la encontremos la paramos a la mitad”, le dijo.

Y así fue, Mary Jane Mendoza y su hija, Camila, encontraron la ambulancia en la carretera. Ahí, los paramédicos finalmente confirmaron, esta vez sí, la muerte de la menor y la trasladaron al Hospital Central de la ciudad de San Luis Potosí. Ahí, el cuerpo fue recibido por el Servicio Médico Forense (SEMEFO) para posteriormente ser entregado a la familia el viernes pasado, pero no una copia de la autopsia.

En entrevista con Univision Noticias, José Octavio Martínez, padre de la niña, confirmó lo narrado por su esposa al portal Che Pachon y agregó que efectivamente se hizo la autopsia al cuerpo de su hija. “No le dieron nada a mi mujer (documentos de la autopsia) porque le dijeron que se tarda como un mes. No tuvo oportunidad de sacarle una copia o sacarle una foto de perdida”, comentó al tiempo que dijo temer que durante la investigación cambien los papeles y no tengan forma de comprobar la causa de la muerte.

Martínez comentó que lo que ellos como familia quieren es que se haga justicia. “No quiero que otras familias pasen por lo que estamos pasando ahorita. La verdad es un dolor muy grande. Al gobierno le pido que cheque muy bien que los doctores hagan bien su trabajo. Si les van a dar una cédula que sepan hacer su trabajo, no nada más por el dinero saquen su cédula”, apuntó.

El lunes, Mary Jane Mendoza se presentó en la Agencia del Ministerio Público para interponer su denuncia por negligencia por parte de personal médico del Hospital Básico Comunitario. El mismo lunes, Fiscalía del Estado de San Luis Potosí dio a conocer un comunicado de prensa en el que señalan que inició una investigación de los hechos por los que la niña de 3 años de edad perdió la vida.

“Se abrió una carpeta de investigación de manera oficiosa por parte de la Fiscalía, respecto de la pérdida de vida de la menor, y estamos definiendo algunas líneas de investigación”, indicó José Luis Ruiz Contreras, Fiscal General del Estado. Ruiz Contreras afirmó que recolectan información sobre las personas que se vieron involucradas. “Esto también en relación al actuar de los médicos, de los servicios funerarios, de los ayuntamientos, tanto de Villa de Ramos como de Salinas y también de otros particulares que intervinieron en el evento”, puntualizó.

Aseguró que con las investigaciones que se están realizado se determinará si hubo alguna responsabilidad. “Eso es lo que vamos a determinar, si hubo negligencia o no”, finalizó.

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