Nueva York.— La defensa de Donald Trump atacó ayer a su exabogado Michael Cohen, cuestionando su memoria y tratando de socavar su credibilidad en este primer juicio penal a un expresidente de Estados Unidos.
El jueves, cuando Todd Blanche, abogado defensor, intentaba hacerle caer en una mentira sobre una llamada al guardaespaldas del exmandatario se esforzó por aumentar el dramatismo, elevando el tono de su voz. “¡Esto era mentira!”, dijo Blanche. “¡Admítalo!”. “¡No señor!”, respondió Cohen. “No puedo”.
La fiscalía ha informado que Cohen es su último testigo en el caso. Desde el principio, el equipo de la defensa ha tratado de presentar a Cohen, testigo clave en este juicio, como un exempleado despechado que busca venganza.
Trump está acusado de 34 delitos de falsificación de registros empresariales para disfrazar como gastos legales el pago de 130 mil dólares a la exactriz de cine porno Stormy Daniels en la recta final de las elecciones de 2016 que ganó frente a Hillary Clinton.
Bajo la atenta mirada del magnate de 77 años, que pareció estar más alerta ayer que en días pasados, el abogado Blanche arrancó su segunda ronda de interrogatorios haciendo hincapié en el historial de mentiras de Cohen.
La voz de Blanche se elevó mientras interrogaba a Cohen con registros telefónicos y mensajes de texto respecto a la afirmación de Cohen de que habló por teléfono con Trump sobre el pago de dinero por su silencio a Stormy Daniels quien está en el centro del caso, días antes de enviarle a su abogado 130 mil dólares.
Blanche dijo que era mentira, confrontando a Cohen con mensajes de texto que indicaban que lo que tenía en mente, al menos inicialmente, durante la llamada telefónica eran de acoso que estaba recibiendo de un aparente joven de 14 años. Cohen dijo que creía que también habló con Trump sobre el acuerdo con Daniels.
Además de enumerar sus innumerables engaños, la defensa reprodujo fragmentos de los episodios de podcast del testigo en los que hablaba con frecuencia del expresidente. “Más vale que te creas que quiero que este hombre caiga”, dijo en un episodio de 2020.
Cohen, de 57 años, ha dicho en repetidas ocasiones en los interrogatorios que asume la “responsabilidad” de sus acciones y que ha afrontado las consecuencias. Fue condenado a tres años de cárcel en 2018 por mentir al Congreso y fraude electoral y fiscal por este caso.
Si la defensa logra socavar el testimonio de Cohen podría determinar el destino de Trump en el caso. En el transcurso de la cuarta semana de testimonios del juicio, Cohen describió a los jurados las reuniones y conversaciones que declaró haber tenido con Trump sobre el supuesto plan para reprimir historias sobre sexo que amenazaban con torpedear la campaña de Trump en 2016.
Los fiscales han tratado de mitigar los ataques de la defensa contra su testigo estrella haciéndole reconocer desde el principio sus crímenes pasados, incluida una declaración de culpabilidad por mentir al Congreso sobre el trabajo que realizó en un acuerdo inmobiliario de Trump en Rusia.
Pero el contrainterrogatorio subrayó el riesgo de que los fiscales dependieran de Cohen, quien fue bombardeado repetidamente con preguntas sobre su historial criminal y mentiras pasadas. Cohen también testificó que mintió bajo juramento cuando se declaró culpable de cargos federales, incluido fraude fiscal, en 2018.
El equipo de Trump también atacó las motivaciones de Cohen y obtuvo testimonios diseñados para respaldar el argumento de la defensa de que Trump fue víctima de extorsión por parte de Keith Davidson, un testigo crucial y el abogado que negoció acuerdos de silencio para dos mujeres. Cohen reconoció haberle dicho a un exfiscal que sentía que Daniels y Davidson estaban extorsionando a Trump al solicitar el pago de 130 mil dólares para que guardara silencio sobre su afirmación de un encuentro sexual con el exmandatario estadounidense.
Blanche confrontó a Cohen con publicaciones obscenas en las redes sociales, un podcast y libros que escribió sobre el expresidente, logrando que Cohen reconociera que había ganado millones de dólares criticando a Trump.
Se espera que Cohen, el último testigo de los fiscales, al menos por ahora, regrese al estrado el lunes.
En los últimos días Trump se ha visto arropado por congresistas republicanos en la vetusta sala del tribunal penal de Manhattan. Este jueves fue el turno de Matt Gaetz y Lauren Boebert. El interrogatorio a Cohen proseguirá el próximo lunes puesto que este viernes Trump participará en la ceremonia de graduación de su hijo menor, Barron, en Florida. La fiscalía ha informado que Cohen es su último testigo en el caso. Trump niega que tuviera alguna aventura sexual con Daniels. Aún no está claro si subirá al estrado para brindar su testimonio.
Los abogados de Trump dejaron abierta la puerta a convocar a más testigos y dijeron que no tardarían “mucho” en hacer el anuncio de quiénes serían.