Estados Unidos anunció ayer nuevos envíos de armas a Ucrania, que las reclama para tratar de impedir la conquista de la región del Donbás por las tropas rusas, e instó a China a no estar “del lado equivocado de la historia” aliándose con Moscú.
“Reafirmé mi compromiso de que EU apoyará a Ucrania en la defensa de su democracia y de su soberanía e integridad territorial frente a la agresión rusa no provocada”, dijo el presidente Joe Biden al anunciar la ayuda militar, por mil millones de dólares.
El arsenal incluye artillería, sistemas de defensa antibuque, municiones y sistemas avanzados de misiles que Ucrania ya está utilizando, precisó Biden, tras hablar por teléfono con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, quien se dijo “agradecido”.
El mandatario también anunció 225 millones de dólares en asistencia humanitaria.
El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto del Pentágono, declaró que la consolidación rusa en el este de Ucrania “no es inevitable (…) No hay cosas inevitables en la guerra. La guerra da muchas, muchas vueltas”.
“No podemos darnos el lujo de bajar los brazos y no podemos perder fuerza. Lo que está en juego es demasiado grande. Ucrania se enfrenta a un momento crucial en el campo de batalla”, dijo el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, en una reunión del Grupo de Contacto sobre Ucrania en la cual participaron unos 50 países, en Bruselas.
“Ucrania se encuentra realmente en una situación muy crítica y, por lo tanto, hay una necesidad urgente de intensificar” la entrega de armamento, afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El presidente ruso, Vladimir Putin, obtuvo por su lado una señal de apoyo de su homólogo chino, Xi Jinping.
El gigante ruso Gazprom anunció una reducción adicional de un tercio de sus envíos de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream.
Mientras, dos exmilitares estadounidenses, Alexander J. Drueke, de 39 años, y Andy Tai Huynh, de 27, de Alabama, han desaparecido en Ucrania y se teme que hayan sido capturados por las fuerzas rusas, dijeron familiares, reportaron medios de Estados Unidos.
Además, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados advirtió que si el mundo no aborda la grave crisis alimentaria provocada por Rusia, el récord de 100 millones de desplazados podría seguir sumando “un gran número de personas”.