Ucrania ha confirmado que cientos de sus combatientes atrapados durante más de dos meses en la acería Azovstal de Mariupol han sido evacuados.

La viceministra de Defensa, Hanna Maliar, dijo que más de 50 soldados gravemente heridos fueron llevados a la ciudad de Novoazovsk, en manos de rebeldes respaldados por Rusia.

Y agregó que otros 211 fueron evacuados utilizando un corredor humanitario a Olenivka, otra ciudad controlada por los rebeldes prorrusos.

Rusia dijo anteriormente que se había llegado a un acuerdo para evacuar a las tropas heridas.

Alrededor de una docena de autobuses que transportaban a combatientes ucranianos que estaban escondidos debajo de la planta sitiada fueron vistos saliendo del enorme sitio industrial, en la sureña ciudad portuaria, el lunes por la noche, informó la agencia de noticias Reuters.

Los medios de comunicación estatales rusos también publicaron imágenes de los que serían soldados ucranianos heridos que fueron evacuados de Azovstal.

La viceprimer ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, confirmó a través de sus redes sociales que “una vez que la condición (de los prisioneros) se estabilice, los intercambiaremos por prisioneros de guerra rusos”, pero tampoco ofreció detalles de este futuro intercambio.

En su discurso de video después de la medianoche del martes, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que los equipos militares, de inteligencia y de negociación de Ucrania, así como la Cruz Roja y las Naciones Unidas estaban involucrados en la operación de evacuación.

“Ucrania necesita a sus héroes vivos”, agregó.

Sin embargo, advirtió que es posible que las tropas ucranianas no sean liberadas de inmediato y advirtió que las negociaciones sobre su liberación requerirán “delicadeza y tiempo”.

Laberinto

Cientos de soldados ucranianos del regimiento Azov, la Guardia Nacional, la policía y las unidades de defensa territorial, así como varios civiles, se refugiaron en la acería Azovstal cuando las tropas rusas rodearon la ciudad sureña a principios de marzo.

El extenso complejo, de diez kilómetros cuadrados, es un laberinto de túneles diseñados para sobrevivir a una guerra nuclear.

El mes pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin, canceló un asalto planeado en el sitio, citando temores de un gran número de bajas rusas.

No quedó claro de inmediato cuántas personas aún permanecían en búnkeres subterráneos.

Maliar dijo que el ejército, la inteligencia, la Guardia Nacional y el Servicio de Fronteras de Ucrania estaban “realizando esfuerzos conjuntos para salvar” a los que quedaron atrás.

También elogió las acciones de los defensores de la planta, quienes dijo que habían “cumplido completamente todas las misiones asignadas por el comando”. Pero señaló que su posición se había vuelto insostenible después de que se hizo “imposible desbloquear Azovstal por medios militares”.

En un mensaje publicado en Facebook, el lunes por la noche, el Estado Mayor de Ucrania llamó a las tropas “héroes de nuestro tiempo” y dijo que sus esfuerzos ayudaron a Kiev a organizar la defensa de su flanco sur.

“Manteniendo sus posiciones en Azovstal no permitieron que el oponente cambiara la agrupación de hasta 17 grupos tácticos de batallón (alrededor de 20.000 efectivos) a otras direcciones. Por lo tanto, obstaculizaron la implementación del plan para la captura rápida de Zaporizhzhia”, dijeron los jefes militares en la publicación.

Mientras tanto, el regimiento Azov, una unidad de la Guardia Nacional que alguna vez tuvo fuertes vínculos con la extrema derecha, pareció confirmar en una publicación en las redes sociales que sus combatientes habían acordado deponer las armas.

El comandante del grupo, el teniente coronel Denis Prokopenko, dijo que su prioridad era salvar las vidas de “la mayor cantidad de personal posible”.

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