Nueva York.- Donald Trump efectuó un mitin el domingo en el que se profirieron insultos vulgares y racistas en el Madison Square Garden de Nueva York, lo cual convirtió un evento en el que según su equipo de campaña el expresidente daría su mensaje final en un ejemplo de lo que disgusta a sus detractores.
Cuando queda poco más de una semana antes de la jornada electoral, algunos de los oradores calificaron a Puerto Rico de “isla de basura flotante”, llamaron “el diablo” a la vicepresidenta Kamala Harris, y señalaron que la demócrata —quien busca convertirse en la primera mujer y en la primera mujer de raza negra en llegar a la presidencia— había iniciado su carrera siendo prostituta.
“No sé si ustedes sepan esto, pero literalmente hay una isla de basura flotante en medio del océano en este momento. Creo que la llaman Puerto Rico”, dijo Tony Hinchcliffe, un comediante cuyo acto también incluyó comentarios lascivos y racistas sobre los latinos, judíos y negros, todos ellos grupos de electores clave.
La broma no tardó en recibir críticas del equipo de campaña de Harris, quien compite con Trump por obtener los votos de las comunidades puertorriqueñas en Pensilvania y otros estados sin clara preferencia política. El renombrado cantante puertorriqueño Bad Bunny le otorgó su apoyo a Harris poco antes del acto de Hinchcliffe. Los cantantes Ricky Martin y Luis Fonsi se sumaron al apoyo a la demócrata.
Pero otros oradores también realizaron comentarios incendiarios. David Rem, un amigo de la infancia de Trump, se refirió a Harris como “el anticristo” y “el diablo”. El empresario Grant Cardone le dijo a la multitud que Harris y sus “proxenetas destruirán a nuestro país”, una metáfora que coloca a la candidata presidencial demócrata como una prostituta.
Cardone dijo que “esta elección tiene que ser más que una victoria, tiene que ser aplastante. Tenemos que masacrar a estas otras personas [los demócratas]”.
El evento fue reflejo del discurso que ha utilizado el expresidente a lo largo de su tercera campaña rumbo a la Casa Blanca. Aunque el domingo se abstuvo de hacerlo, Trump a menudo se refiere a Harris en términos ofensivos y personales, poniendo en tela de juicio en las últimas semanas la estabilidad mental y la inteligencia de la candidata demócrata, además de llamarla “holgazana”, un calificativo racista que se ha usado de forma habitual desde hace tiempo en contra de las personas de raza negra.
El evento fue un espectáculo surrealista que incluyó la presencia del exluchador profesional Hulk Hogan, el doctor Phil McGraw, psicólogo de televisión; el exconductor de Fox News Tucker Carlson, algunos políticos —entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson—, y los representantes Byron Donalds y Elise Stefanik, así como una persona que pintó un retrato de Trump abrazando al edificio Empire State. La esposa de Trump, Melania, también se hizo presente.
Por momentos pareció una versión amplificada de la Convención Nacional Republicana celebrada en julio, apenas dos días después de que Trump fue objeto de un intento de asesinato durante un acto de campaña en Butler, Pennsylvania, en el cual se presentaron muchos de estos mismos personajes.
Y todo esto antes de que Trump subiera al escenario, luego de presentarse más de dos horas después de lo previsto.
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