En 2016, Priscila Lara Guevara ganó el concurso de Miss Earth (Miss Tierra) por el Estado de México. Tenía 22 años.

Pero el hecho que realmente la está lanzando a la fama es… el robo de 45 botellas exclusivas en el restaurante-hotel Atrio, en Cáceres, España, que cuenta con dos estrellas Michelin.

Medios españoles dieron a conocer la historia de esta mujer que actuó en complicidad con Constantin Golubic, ciudadano rumano-holandés, de 47 años. Ambos se encuentran detenidos.

De acuerdo con el diario El Mundo, tan sólo una de las botellas, un Chateau d’Yquem, de 1806, valuado en 310 mil euros (casi 65 millones de pesos mexicanos), que aún no aparece.

Golubic tenía causas pendientes en dos juzgados de Madrid por robos de botellas de vino o licores caros, incluyendo un vino con un costo de 39 mil euros (816 mil pesos mexicanos). Lara, en cambio, no tenía antecedentes, de acuerdo con El Mundo.

La pareja se entrenó muy bien antes de cometer el “gran robo”. En octubre del año pasado cometieron un robo similar en Cáceres. Con pasaportes falsos y viajando en coche, evadieron a la justicia. Viajaron a Rumania y luego volvieron a España. Nunca se quedaban mucho tiempo en un lugar, para evitar ser detectados. También visitaron Montenegro y Croacia.

Fue justo en este último país donde fueron detenidos en el puesto fronterizo de Karasovi Sutorina, explicó El Mundo. Se encuentran detenidos a la espera de que se emita la euroorden que permitirá su extradición en España. De acuerdo con el rotativo español, ello podría ocurrir en unas dos semanas.

La policía española aún no ha detectado el paradero de las botellas.

En rueda de prensa en Cáceres, la policía detalló cómo fue que la mexicana y el rumano cometieron el robo: los detenidos visitaron Atrio hasta en tres ocasiones, antes de dar el golpe, el pasado 27 de octubre.

De acuerdo con el reporte policial obtenido por El Mundo, cenaron dos veces, y en otra ocasión almorzaron. Los meseros del restaurante los describieron como personas con “exquisita educación y modales”.

Para el día del robo, Lara Guevara reservó una habitación. Llevaba una peluca morena, y lentes oscuros. Pero lo que llamó la atención de la gerente del hotel, detalló El Mundo, fue que no llevara maleta. Sólo una mochila. La mexicana se identificó, hablando en un perfecto inglés, con un pasaporte suizo.

Avisó que esa noche cenaría con un acompañante. Y así fue. Lara y Golubic cenaron rápido y pagaron. Como a todas las personas que visitan el lugar, se les ofreció un recorrido por la exclusiva bodega de vinos, que incluyen, indicó El Mundo, 42 añadas de Mouton-Rothschild, 27 de Latour, 23 de Petrus y 80 del Château d’Yquem (el restaurante tiene la mayor colección del mundo de esta botella).

agv

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