Justo al primer minuto de este lunes, cientos de personas que esperaron pacientemente en el puente internacional Santa Fe, que conecta las ciudades de El Paso y Ciudad Juárez, comenzaron a pasar hacia el lado estadounidense.

Era la primera vez que podían hacerlo desde que, el 20 de marzo de 2020, Estados Unidos cerró sus fronteras terrestres, por miedo a la expansión del coronavirus.

Pero ahora, la gente llevaba su mejor arma en la mano: el comprobante de vacunación que les abrió las puertas, desde este lunes, para poder viajar a Estados Unidos a ver a sus familias, o por turismo, o por cualquiera otra razón distinta a los cruces de emergencia, los únicos permitidos en más de 19 meses.

Muchos no pudieron esperar para poder ver a sus seres queridos. “No hay nada como poder abrazarse; las videollamadas nos ayudaron todos estos meses, pero no es lo mismo. Hoy finamente podré abrazar a mi nieta”, contó a The Dallas Morning News Martha Ochoa Moreno, de 68 años y una de las primeras en cruzar, tras mostrar su certificado de vacunación con AstraZeneca. En el lado estadounidense se reunió con su nieta, Laura Tinajero, de 28 años, a quien no había visto desde el cierre de las fronteras.

Antes, Ochoa solía cruzar varias veces a la semana para ver a su familia, y de compras. 

Emocionada, Ochoa se preparó para el reencuentro. “Le traje unas cositas, jarabe Karo, que le encanta, pero no encuentra aquí. No quise traer tanto porque me daba miedo de que me las quitaran o me dijeran algo, pero no, los agentes [fronterizos] fueron muy amables. Sólo les mostré mi certificado y mi visa y eso fue todo”. 

Miles de familias se sintieron aliviadas al saber que ya no estarán separados de sus seres queridos. La proximidad de las fiestas de fin de año hizo todavía más emotiva la reapertura.

Ramón Delgado, de 60 años y residente de Chihuahua, también pudo reunirse con su hermana Bertha Galván, de 71, quien vive en El Paso.

“Estaba muy contento porque no nos habíamos visto en mucho tiempo, desde que la pandemia empezó”, contó el mexicano al Dallas. “Mi hermana se contagió de Covid-19, y estaba asustado. Por eso quería verla y darle un abrazo”.

Delgado llegó al puente internacional desde las cinco de la tarde del domingo, porque quería ser de los primeros en cruzar. Al igual que a Ochoa, las autoridades sólo le pidieron mostrar su visa y certificado de vacunación.

Una vez en suelo estadounidense, Bertha tardó unos 20 minutos en llegar. Cuando lo hizo, el abrazo fue prolongado. “Hay mucha emoción en finalmente poder abrazarlo, la verdad es que estaba asustada.
Pensé que no los dejarían pasar. Cuando me llamó y me dijo: ‘Estoy aquí’, no podía creerlo”, confesó Bertha, entre lágrimas.

agv

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