Todo pintaba para una noche de perreo en la que los fans de Bad Bunny se dejarían llevar por el flow del cantante más popular del momento.

La avenida Tlalpan, acostumbrada a ser transitada por miles de personas cuando se trata de un evento masivo en el Estadio Azteca, lucía más llena y caótica de lo habitual: había gritos, consignas de fraude y también lágrimas.

Muchos llegaron desde la madrugada anterior para poder acceder al también llamado Coloso de Santa Úrsula desde temprano, la cita oficial fue a las 20:30 horas de este viernes, pero no fue sino hasta las 22:00 horas que el puertorriqueño salió.

Nada de eso sirvió en decenas de casos como el de Mauricio, un joven que reclamaba su lugar a las afueras del Azteca, portando su pulsera de acceso:

“Yo ya estaba en mi asiento, pero llegaron personas diciendo que esos eran sus lugares, trajeron a 30 granaderos para sacar a seis personas, pero esos boletos, ¿cómo pueden escanearlos dos veces? Ticketmaster es una mafia, pero aquí nadie quiere hacer nada”, compartió a EL UNIVERSAL.

Como Mauricio, otros usuarios reclamaban sus boletos, comprados inicialmente en Ticketmaster y que supuestamente habían sido clonados, motivo por el cual hasta media hora antes de arrancar el concierto de Bad Bunny había varios lugares vacíos en las gradas.

Luego de que cientos de personas no pudieron acceder, la cuenta oficial del Azteca se pronunció en redes sociales:

“Se detectaron por parte de elementos de Ticketmaster casos de duplicación y/o falsificación de boletos para el concierto de esta noche, situación que es totalmente ajena al Estadio Azteca”, se lee.

“Para garantizar la seguridad de todos los asistentes al concierto de Bad Bunny, se cancelaron dichos accesos y se extremaron todas las medidas con apoyo de personal de seguridad privado de la SSPC”, continúa el comunicado.

A las afueras del recinto, cientos personas no pudieron entrar; a la par, en redes sociales se posicionaron hashtags como #FraudeTicketmaster por aquellos quienes, aseguraron, compraron sus boletos de forma legal y que fueron clonados.

Se olvidan del caos

Pese a la frustración, a las 22:00 horas los faros colocados en el techo del Azteca se atenuaron para que la escenografía de playa comenzara a tomar protagonismo y cuando se apagaron las luces el público gritó al artista del momento: “Benito, Benito, Benito”, fue el grito con el que convocaron al escenario al boricua, mientras las miles de luces que emanaban de los celulares iluminaron el Coloso.

Por fin, la salida de Bad Bunny llegó y el envolvente ruido fue aún más estremecedor, y con “Moscow mule” comenzó la fiesta en la capital mexicana, con el boricua en solitario en el escenario.

“Tú quiere perreo, México quiere perreo”, cantó Bunny con un inicio electrizante

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