Era un misterio que sacudía el mundo literario desde hace años. El FBI detuvo a un empleado de la célebre editorial Simon & Schuster, acusado de robar manuscritos literarios de autores prestigiosos antes de su publicación, aunque todavía no están claras sus motivaciones.
Filippo Bernardini, un italiano de 29 años, compareció el pasado jueves, 6 de enero, ante la justicia en Nueva York, al día siguiente de su detención en el aeropuerto JFK, por fraude electrónico y usurpación de identidad agravada, crímenes que pueden acarrearle 22 años de cárcel.
Tras pagar una fianza de 300 mil dólares, “con el aval de sus bienes”, ahora está en “detención domiciliaria” con “toque de queda”, informó a la AFP un portavoz de la fiscalía de Manhattan.
Empleado en Londres en la editorial Simon and Schuster, Bernardini es sospechoso de haber recibido durante años “centenares de manuscritos sin publicar”, a veces de autores conocidos o de sus representantes, utilizando falsas direcciones electrónicas, especifica el acta de inculpación difundida por la justicia estadounidense.
La técnica es conocida. El sospechoso cambiaba una letra de manera anodina en su dirección y adoptaba identidades conocidas de sus interlocutores para engañarlos.
Desde hace años, el mundo de la edición hervía con estos intentos de usurpación, a veces fallidos, otras exitosos, siempre rodeados de misterio ya que los robos no solían estar acompañados de chantajes o publicaciones irregulares de las obras.
En agosto de 2021, la “New York Magazine” había contado cómo los editores suecos de la serie de novela policiaca “Millenium” fueron contactados por un supuesto colega en Italia, para que enviaran una dirección segura que daba acceso al manuscrito, que estaba en pleno proceso de traducción.
En 2019, el agente de la autora canadiense Margaret Atwood reveló que las pruebas de la esperada continuación de “El cuento de la criada”, “Los Testamentos”, eran una de las obras afectadas.
Según el acta de inculpación, que atribuye a Bernardini el registro de “160 dominios de internet fraudulentos”, un ganador del premio Pulitzer le había enviado “su manuscrito” para ser publicado convencido de que era su editor.
Escritores como Sally Rooney, Ian McEwan y el actor Ethan Hawke también fueron contactados, según el “New York Times”.
Todavía no están claras las motivaciones de Filippo Bernardini, que se declaró no culpable en su primera comparecencia ante la justicia. El acta de inculpación no especifica qué ha hecho de los manuscritos recuperados o si ha logrado dinero por ellos. Tampoco menciona posibles cómplices.
Simon & Schuster anunció que había “suspendido” a su empleado, “mientras aguarda más informaciones sobre el caso”, al tiempo que dijo estar “impactado y horrorizado” por la actuación del sospechoso.
“La protección de la propiedad intelectual de nuestros autores tiene una importancia primordial para Simon & Schuster y para el conjunto del sector editorial”, agregó la empresa que agradece la colaboración del FBI.
Apenas hay informaciones sobre el sospechoso. Según un pantallazo de un perfil en la red social Linkedin que no estaba disponible este viernes, “Filippo B.”, “coordinador de derechos” en Simon & Schuster, se presenta como diplomado de chino de la Università Cattolica (Milán) y de edición por la UCL (Londres), una trayectoria que debe a su “obsesión por la escritura y los idiomas”.
El caso es bastante embarazoso para la editorial estadounidense con sede en Nueva York, que cuenta en su cartera escritores de prestigio como el maestro del terror Stephen King, entre otros.
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