Palm Beach, Florida.- Tras la cena, el viernes pasado, entre el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el ganador de las elecciones presidenciales estadounidenses, Donald Trump, en la que el primero intentó hacerle ver al segundo que imponer aranceles del 25% no era una buena idea, siguen surgiendo reportes acerca de la conversación, incluyendo una supuesta “broma” de Trump a Trudeau con convertir a Canadá en el “estado 51” de Estados Unidos y designarlo “gobernador”.
La versión la dio a conocer el periodista Peter Doocy, quien en declaraciones a Fox News, citó a dos personas -no identificadas- que habrían estado presentes en la cena, que tuvo lugar en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida, hasta donde viajó el canadiense tras el anuncio de Trump de que impondrá aranceles de 25% a Canadá y México, por considerar que no hacen suficiente en la lucha contra el flujo de drogas y migrantes a suelo estadounidense.
Según Doocy, las citadas fuentes señalaron que “cuando Trudeau le dijo a Trump que los nuevos aranceles arruinarían la economía canadiense, Trump bromeó diciéndole que si Canadá no podía sobrevivir sin estafar a Estados Unidos por un valor 100 mil millones de dólares al año, entonces tal vez Canadá debería convertirse en el estado 51 de Estados Unidos y Trudeau podría convertirse en su gobernador”.
Siempre de acuerdo con Fox News, la broma provocó una “risa nerviosa” de Trudeau y algunos de los presentes.
Trudeau aseguró tras la reunión que ésta se desarrolló en un buen ambiente y la embajadora de Canadá en Washington, Kirsten Hillman, presente en la cena, dijo que Trump entendió que la frontera de Canadá con Estados Unidos no es comparable a la de México, desmarcándose de este país.
Este martes, el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, cuyas responsabilidades incluyen la seguridad fronteriza, y quien también asistió a la cena, aseguró que Trudeau le dijo a Trump que los estadounidenses también sufrirían si éste lleva a cabo su plan arancelario.
Trudeau solicitó la reunión en un intento de evitar los aranceles convenciendo a Trump de que la frontera norte no es nada parecida a la frontera de Estados Unidos con México.
“El primer ministro, por supuesto, habló sobre la importancia de proteger la economía canadiense y a los trabajadores canadienses de los aranceles, pero también discutimos con nuestros amigos estadounidenses el impacto negativo que esos aranceles podrían tener en su economía, en la asequibilidad en Estados Unidos”, dijo LeBlanc en el Parlamento.
Después de su cena con Trump, Trudeau regresó a casa sin garantías de que el presidente electo se retractará de su amenaza de imponer aranceles a todos los productos del principal socio comercial de Estados Unidos. Trump señaló que las conversaciones habían sido “productivas”, pero no insinuó que se hubiera producido un retroceso de una promesa que, según Canadá, lo agrupa injustamente con México por la afluencia de drogas y migrantes hacia Estados Unidos.
LeBlanc aseguró otra cosa. “La idea de que volvimos con las manos vacías es completamente falsa. “Tuvimos una discusión muy productiva con el señor Trump y sus futuros secretarios de gabinete… El compromiso del señor Trump de continuar trabajando con nosotros estaba lejos de ser en vano”.
Ninguna de las figuras canadienses presentes en la cena ha mencionado la supuesta “broma” que Trump hizo a Trudeau sobre absorber a Canadá.
mgm