La reunión de los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia, el encuentro de más alto nivel desde que comenzó la invasión rusa hace dos semanas, acabó sin avances, mientras el presidente Vladimir Putin amenazó con apropiarse de activos de empresas extranjeras que han dejado su país.
Tras apenas dos horas, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, y el de Rusia, Serguéi Lávrov, terminaron la reunión que mantuvieron en la ciudad turca de Antalya sin más acuerdo que el de mantener abierto el diálogo. Kuleba, que aseguró haber acudido para negociar especialmente un pasillo para evacuar la ciudad de Mariupol, asediada por las tropas rusas, achacó el fracaso a que su interlocutor no tenía autoridad para asumir compromisos.
Lavrov reiteró que Rusia “no atacó Ucrania”, sino que respondió a “amenazas directas contra [su] seguridad”, e insistió en la desmilitarización y la neutralidad de la ex república soviética.
Lavrov criticó la versión de Ucrania sobre el bombardeo a un hospital materno infantil de Mariupol y aseguró que no era ya un centro médico, sino una base de “extremistas” ucranianos. El bombardeo fue una “provocación puesta en escena” por Ucrania, acusó Rusia.
En Mariupol, la población no tiene electricidad, ni agua, ni comida, ni siquiera para los niños; y la gente está enfermando por el intenso frío, describió Sasha Volkov, de la Cruz Roja en la ciudad.
El presidente Volodimir Zelensky, quien cifró en casi 40 mil los evacuados del país el jueves, acusó a Rusia de haber lanzado un ataque con tanques sobre el trayecto por el cual debía pasar material humanitario para el sitiado puerto de Mariupol.
Mientras, Putin amenazó: “Pido al gobierno que no pierda de vista esto, ante los que van a cerrar sus plantas de producción, aquí hay que actuar con decisión… Así, como ha sugerido el presidente del gobierno, habrá que introducir la gestión externa y luego transferir estas empresas a los que quieren trabajar (…) Hay suficientes instrumentos legales, instrumentos de mercado”.
El mandatario ruso respondió así a la decisión de compañías internacionales de suspender operaciones en el país. “De ninguna forma podemos tolerar que se ocasionen perjuicios a los proveedores rusos”, advirtió. La financiera Goldman Sachs se convirtió en el primer gran banco en Wall Street que anuncia su cese total de operaciones en Rusia. Citigroup dijo que las reducirá. Coca-Cola, PepsiCo, McDonald’s, Unilever, Volkswagen, Inditex, Mango, Ikea son algunas de las firmas que han suspendido operaciones en suelo ruso, en respuesta a la invasión.
El coronel general Mikhail Mizintsev, del Ministerio de Defensa ruso, dijo que Moscú abrirá unilateralmente rutas de evacuación para civiles en Ucrania que conducen a Rusia a las 10:00, hora local, todos los días.
Los tanques rusos llegaron a las puertas de Kiev. Los blindados se ubicaban en los suburbios norte y oeste. A cinco kilómetros de la capital, la localidad de Velyka Dymerka fue objetivo de cohetes Grad rusos. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que la mitad de la población de la ciudad huyó. Fotografías satelitales muestran que un convoy ruso que estaba estancado a las afueras de la capital parece haberse dispersado. La invasión rusa ha destruido hasta ahora unos 100 mil millones de dólares en carreteras, puentes y negocios en Ucrania. El Congreso de EU aprobó presupuesto con 14 mil millones de dólares para Ucrania.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a Europa a “prepararse” para cualquier escenario y el premier de China, Li Keqiang, dijo que la situación de Ucrania es “grave”; ofreció desempeñar un papel positivo en pro de la paz.