En la frontera entre México y Estados Unidos “se registraron 728 fallecimientos y desapariciones de personas migrantes” en 2021, reportó ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), “el año más mortífero” en esta zona “desde que el Proyecto Migrantes Desaparecidos comenzó a recolectar datos” en 2014.
“En el año 2020 (…) se registraron 476 y 39% más que en 2019, cuando fueron 524”, según datos del proyecto. Esta área “es la tercera región fronteriza más mortífera en el mundo después del Mediterráneo y del desierto del Sahara”, indicó el estudio.
El año pasado también fue “el año con mayor número” de decesos de indocumentados “registrados en las Américas desde 2014”. El informe detalló que “de diciembre a enero de 2021 en las Américas se registraron mil 238 fallecimientos y desapariciones de personas migrantes”.
Edwin Viales, asistente de Datos e Investigación del Proyecto Migrantes Desaparecidos y uno de los autores del informe de la OIM sobre los Migrantes en las Américas en 2021, declaró a EL UNIVERSAL que el aumento en los decesos “se debe básicamente a que las restricciones de movilidad promulgadas en respuesta a la pandemia, que aún no se han levantado, pueden haber resultado en un efecto de embudo, lo que lleva a los migrantes con opciones limitadas a tomar rutas cada vez más peligrosas”.
Apenas el jueves, la Corte Suprema de EU dictaminó que el gobierno de Biden puede poner fin al programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar su proceso del otro lado de la frontera. El gobierno de Biden también ha intentado levantar el Título 42, que permite deportaciones exprés, pero ha chocado con la Justicia.
Viales describió que “es necesario considerar que se tiene un mayor flujo de migrantes utilizando rutas riesgosas”
Ejemplificó que “también es necesario considerar que hay un mayor flujo de indocumentados utilizando peligrosas rutas migratorias irregulares como las rutas marítimas en el Caribe, las terrestres en Centroamérica como el Tapón del Darién o las del Norte de Centroamérica donde lamentablemente se presentan accidentes en vehículos que están directamente relacionados con las muertes vinculadas al transporte peligroso, y el cruce peligroso del río Bravo en toda la zona transfronteriza entre Estados Unidos y México”.
En un comunicado, la OIM recordó que “los datos muestran los peligros en toda la región, como lo demuestra el último incidente fatal del 27 de junio en el que 50 personas fueron encontradas muertas en un camión con remolque junto con 16 sobrevivientes, en San Antonio, Texas (…) Esta tragedia aumenta el número total de muertes en lo que va de 2022 a 493”.
Danilo Zak, gerente de política y gestión de National Immigration Forum, indicó a este medio que los decesos en la frontera “son prevenibles”.
Viales opinó que “mientras no se visibilice en la región que los migrantes están muriendo durante su proceso de tránsito (…) esto sólo empeorará esta terrible situación”. La OIM señaló que “en las Américas son relativamente pocas las agencias gubernamentales que se encargan de recopilar y sistematizar datos sobre fallecimientos de migrantes de una manera rigurosa y apegada a criterios de selección basados en evidencia”.
Viales argumentó que “es necesario formular políticas públicas en materia migratoria que estén directamente vinculadas y armonizadas, particularmente con los objetivos 1 y 8 del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, que se refieren a la recolección y uso de datos veraces y desagregados para formular evidencias, y el objetivo 8 que se refiere a salvar vidas y emprender iniciativas internacionales coordinadas sobre migrantes desaparecidos”.
Situación extremadamente peligrosa
Viales lamentó que “a pesar de los compromisos de salvar la vida de los indocumentados y prevenir más decesos y desapariciones en el Pacto Mundial sobre Migración, y las obligaciones pertinentes en virtud del derecho internacional, la situación sobre el terreno sigue siendo extremadamente peligrosa para los migrantes en las Américas”.
Zak agregó que “primero, debemos contratar, capacitar y dotar de recursos al personal para rescatar a los migrantes que se encuentran en peligro”.
“Es fundamental que los gobiernos permitan el involucramiento de los parientes y comités familiares que buscan a sus seres queridos en el tránsito migratorio, los apoyen con cooperación financiera y técnica, y no criminalicen estos esfuerzos, especialmente los de los comités integrados por mujeres”, señaló Viales, quien recomendó que se ataque “a las mafias y grupos delictivos organizados involucrados en el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas”.
Zak coincidió y dijo que “debemos tomar medidas enérgicas contra los traficantes de personas y mejorar los puntos de control de seguridad fronterizos (…) para que podamos inspeccionar los vehículos de manera más efectiva.
“Necesitamos ampliar la capacidad en los puertos de entrada para los solicitantes de asilo, permitiéndoles presentar solicitudes de protección en condiciones de seguridad y no incentivarlos a contratar contrabandistas para cruzar la frontera. Finalmente, necesitamos crear vías legales más seguras y accesibles para que los migrantes vengan y trabajen legalmente en EU”. El reporte de la OIM concluyó que los decesos y desapariciones “están conectados con la falta de opciones para una movilidad segura y regular”.
