Por Nicole Trejo

“Sigues siendo la Reyna”, le gritan a Shirley Manson cuando aparece en el escenario del Pepsi Center en su regreso a México tras cinco años de ausencia. En 2018 la vocalista de Garbage prometió junto a la banda volver en 2020, pero la pandemia se los evitó. Quizá es por eso que Manson aparece vestida de gala: con un elegante vestido de tul blanco, un collar de perlas y el cabello recogido.

Primero entra el grupo, Butch Vig, Duke Erikson, Steve Marker y Erin Avery, después llega ella aplaudiendo, con las manos hacia arriba, como animando al público a seguir gritando. Algunos fans le responden levantando las manos con la señal de rock en los dedos.

“No hablo español y eso me tiene muy avergonzada, pero espero que ustedes puedan entender. Venimos a México desde 1996 y no habíamos vuelto tras la estupida pandemia… se siente muy mágico estar de vuelta. ¡Los Garbage son mexicanos!”, expresa Manzon después de cantar “Supervixen”, el tema con el que el show comenzó en punto de las 20:00 horas.

Debajo de su vestido se asoma un pantalón rojo y unas botas de uso rudo color negras. Desde que la banda se creó en 1995 la cantante escocesa ha sido un icono porque nunca ha seguido los estereotipos de género y en esta ocasión su vestuario hace honor a esa convicción.

Incluso habla de ello antes de tocar “Bleed like me”, tema que dio nombre a su cuarto disco de estudio, lanzado en 2005, después de haberse dado una pausa musical, en lo que la cantante de 57 años define como “una época de total confusión”.

“Nunca imaginamos que un millón de años después todavía estaríamos aquí. Estábamos tratando de encontrarnos en una época muy, muy oscura, cuando la industria de la música decidió que ya estaban hartos de nosotros y nos escupieron”, recuerda la vocalista.

“Nuestra compañía discográfica quería que hiciéramos discos con artistas de hip-hop y no me malinterpretes, amamos el hip-hop y respetamos a todos sus artistas, es una forma de arte que se convirtió en algo jodidamente increíble y sigue siendo increíble hoy, pero como puedes ver simplemente no soy muy dulce, pero no tengo nada que ver con el hip-hop, aunque desearía, debió ser genial, pero soy como una rara nerd escocesa. Tenía pocos amigos en la escuela y fui abofeteada por ser fea y rara y… de todos modos aquí estamos, volvemos a donde estaba ‘la basura’ de ese 2005 y para bien o para mal, nos mantendremos unidos”, agrega entre el aplauso del público y los chiflidos que buscan animarla.

Durante el show de más de dos horas la banda comprueba que la permanencia por más de 20 años no es casualidad, los gritos no se detienen. “Canten con huevos milleniarls”, grita un asistente para alentar a los fans de las nuevas generaciones que asistieron al recinto en el que se reunieron un total de 8 mil personas.

Sin embargo las más coreadas son aquellas canciones que vienen después de que Shirley pregunta: ¿Listos para la vieja escuela de Garbage?, con temas como “I think I’m paranoid”, “Stupid Girl” y “Only happy when it rains”, de sus dos primeros discos.

“Son un increíble equipo”, dice Shirley ante el entusiasmo de los asistentes.

Además en la recta final del concierto la cantante se toma un tiempo para dedicar un par de temas: Horses, en favor de los animales y “Push It” en honor a Siouxsie Sioux, vocalista de la banda de post-punk Siouxsie and the Banshees. “Es uno de nuestros héroes y fue un gran honor para nosotros estar respaldados por ellos”.

Y antes de cerrar con “Cherry Lips” Manson agradece al público por haberles demostrado su afecto después de tantos años e incluso envía un deseo a nivel social: “Queremos verlos prosperar a medida que avanzan a través de su comunidad hacia el gran mundo. Ha sido un verdadero privilegio tenerlos aquí con nosotros esta noche”.

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