Por Armando Pereda Maldonado
El programa de televisión ,“La carabina de Ambrosio”, contaba con una bella bailarina que aparecía realizando una icónica coreografía todos los días, durante las cortinillas del programa y que frecuentemente interactuaba con el elenco: ella era Gina Montes.
Pero, detrás de este sex symbol de la década de los 80, se encontraba una mujer llena de sueños y que el pasado 27 de enero perdió la vida tras una dura batalla contra el cáncer.
Regina Inés Barbosa Govea, su nombre real, fue una exbailarina y vedette mexicana de origen brasileño. El talento lo llevaba en la sangre ya que su padre, Milsiño Govea Pereyra, era músico; mientras que su madre era actriz de comedia y teatro.
Empezó su carrera artística a la corta edad de siete años, en su país natal, cuando formó parte de un grupo de baile infantil con sus hermanas Mimi y Beth, que años más tarde fueron conocidas como “Las hermanas Montes”.
Su gusto y pasión por el baile continuó durante su juventud y en 1976 la trajo hasta México para cumplir sus anhelos de convertirse en una gran artista.
Montes llegó a trabajar en un centro nocturno y también fue bailarina del programa “Vamos a cantar” en donde más personas fueron conociéndola, incluido el productor Humberto Navarro, realizador de “La carabina de Ambrosio”, y quien años más tarde le dio su gran oportunidad.
Con tan solo unos segundos en televisión, bailando de un lado a otro y moviendo sus brazos, Gina Montes se convirtió en una de las figuras más importantes del programa gracias a su belleza y carisma. Además, tenía una frase que llegó a ser muy popular, y es que cada que Beto “El boticario” le agradecía, en inglés, por ser su asistente, ella le contestaba “denankiu”.
Tuvo una hija llamada Judith Teresa Macías y se casó con Rolando Márquez quien vivía en Nueva York, ciudad en la que radicó hasta sus últimos días. Pero el momento que marcó su vida fue el fatídico accidente automovilístico que sufrió a inicios de los 90, pues le arrebató la habilidad de caminar por varios años, además de que estuvo a punto de perder uno de sus pies.
Además de “La carambina de Ambrosio” en donde le ayudaba al mago Beto “El Boticario”, participó en la obra teatral “Don Juan Tenorio” y en las películas “Cuentos colorados”, de 1980; y “Los mantenidos” de 1979.
Gina perdió la vida la tarde del 27 de enero, según información compartida por la periodista María Luisa Valdés Doria, pero la noticia de su muerte apenas se dio a conocer la tarde del lunes.