El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció “movimientos irregulares” de militares en frente a la sede del Gobierno en la ciudad de La Paz, mientras que el expresidente Evo Morales denunció un intento de golpe de Estado.

El comandante general del Ejército de Bolivia, Juan José Zuñiga, quien encabeza un grupo militar que pretende “cambiar el Gabinete de Gobierno”, dijo que “liberará a todos los presos políticos” como la expresidenta interina Jeanine Añez y “restablecerá” la democracia en el país.

Un tanque tiró las puertas de la sede del Ejecutivo de Bolivia y entró al interior, después de que Zuñiga amenazara con tomar el Gobierno.

“Liberaremos a Añez, (al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando) Camacho, militares presos”, indicó a los medios Zuñiga frente a la sede del Gobierno a la par de un tanque militar.

El presidente boliviano Luis Arce, reunido con el gabinete de gobierno, llamó al pueblo a manifestarse y movilizarse; ‘aquí estamos firmes’, dijo.

De acuerdo con el diario La Razón, el presidente Luis Arce encaró al general Zuñiga y le ordenó que desmovilice sus fuerzas. Zuñiga se negó. Zúñiga afirmó que Arce sigue siendo presidente “por el momento”.

El vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, confirmó a través de sus redes sociales que Bolivia vive un ‘Golpe de Estado’. “Denunciamos a la comunidad Internacional que en Bolivia hay un Golpe de Estado contra nuestro Gobierno democráticamente elegido”.

Reacciones internacionales

Gustavo Petro, presidente de Colombia, condenó el golpe de Estado y afirmó que no habrá relación diplomática con la dictadura.

El expresidente argentino Alberto Fernández (2019-2023) repudió este miércoles el “levantamiento antidemocrático de algunas unidades del Ejército de Bolivia” y expresó su respaldo al presidente boliviano, Luis Arce.

“Mi respaldo incondicional presidente Luis Arce y convoco a la defensa firme de la democracia”, aseguró el exmandatario en un mensaje publicado en su perfil en la red social X, poco después de que el mandatario boliviano denunciase “movimientos irregulares” de militares frente a la sede del Gobierno boliviano en La Paz.

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