No hay duda de que tener una cuenta en OnlyFans se convirtió en una forma de vida y de una muy buena vida en el caso de quienes han logrado triunfar en esta red social en la que se intercambia contenido, muchas veces íntimo, por una cantidad de dinero.
Ya son varias mujeres que han dejado su trabajo “estable” por tener una cuenta en esta red y convertirse en millonarias. Ahora tenemos el caso de Linsey Donovan, una chica que a los 19 años empezó a compartir su contenido y ahora tiene una vida de princesa. Además, les regaló una mansión a sus padres.
Linsey ha comentado que aunque no estaba en la pobreza extrema, ella y su familia vivían con lo justo, pero todo ha cambiado. Primero, se volvió popular por algunas fotos en las que simulaba ser una muñeca Barbie y entonces algunos amigos le dijeron que entrara a OnlyFans.
Al principio no le agradaba la idea, pero poco a poco se convenció y empezó a compartir su material. Quienes ya la conocían por sus fotos de Barbie estaban encantados, así que de inmediato se convirtieron en suscriptores.
Linsey empezó a ganar dinero muy rápido y decidió invertir en bienes raíces. Se compró su primera casa, que le costó un millón de dólares, y luego otras tres, así como una colección de autos de lujo, entre otras “cositas”.
Tengo cuatro propiedades y el valor de mis propiedades supera los siete millones de dólares. Tengo una colección de autos deportivos por valor de 500 mil dólares. Tengo la casa más grande de todo el lago. Me siento como una princesa entrando a esta hermosa casa con el pie derecho todos los días.
-Linsey DonovanLas ganancias seguían fluyendo y sus padres siempre la han apoyado, así que les compró una mansión de seis habitaciones, alberca, casa de huéspedes y todas las comodidades para agradecerles que han confiado en ella y en sus decisiones.
Ahora tiene 22 años y asegura que vive como una princesa, pues sus ganancias son enormes, mucho mayores que si tuviera un trabajo “normal”. Linsey piensa seguir invirtiendo, consintiendo a sus padres y viviendo una buena vida.
