Un aumento en la humedad del ambiente el jueves traía buenas noticias a algunas de las regiones chilenas que batallan con centenares de incendios forestales desde hace una semana, aunque la preocupación se trasladó a su capital Santiago, donde se esperan altas temperaturas.
Los siniestros estallaron hace ocho días en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, en el centro sur del país, y han cobrado la vida de 24 personas, arrasado más de 1.200 viviendas y unas 340.000 hectáreas, según cifras preliminares.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, precisó que hay 323 incendios activos, de los cuales 180 están controlados y 90 están fuera de control.
Anticipó que posiblemente se bajarán las alertas preventivas por altas temperaturas en el Ñuble y el Biobío, decretadas por la eventualidad de nuevos incendios. “Ha habido un mejoramiento en las condiciones de humedad”, aunque no ha cambiado “la compleja situación que viven”.
“Son mejores noticias desde el punto de vista de las condiciones climáticas para enfrentar la emergencia”, añadió.
Sin embargo, indicó que las situaciones de riesgo de incendios por altas temperaturas se trasladarán a la Región Metropolitana, donde se ubica la capital chilena, y a las regiones de Maule y O’Higgins, distantes 270 y 125 kilómetros al sur.
El combate incesante de los incendios ha dejado también ejemplos de lo mejor y lo peor en el comportamiento de las personas. Bomberos destacó, como muestra, a un menor que los trasladó en su bote para que combatieran un incendio forestal cerca de su hogar, en Los Ríos, 850 kilómetros al sur.
“Luca, un menor de 13 años, trasladó en barcaza por el río Futa, a Bomberos que no tenían acceso hasta su vivienda que se veía amenazada por el fuego”, publicó el jueves en redes sociales. También subió una fotografía del menor mientras rema llevando a cuatro bomberos en su bote.
La víspera otro niño copó el protagonismo en las redes sociales. Daniel Sandoval publicó una fotografía suya sosteniendo un cartel que dice “aquí agua de piscina, bajar”. El pequeño reaccionó así a la denuncia de un piloto de helicóptero que había cuestionado la actitud de un hombre que les negó el agua de su piscina para lanzarlo sobre los incendios.
En medio de la preocupación, han aparecido también casos de especulación con los precios. Alexis Avendaño vive en San Jorge, cerca de Santa Juana, a 550 kilómetros al sur, y denunció que las mangueras para abastecerse de agua ahora cuestan el triple. La suya, de 3.000 metros, se derritió con el fuego.
“Lo principal en este momento es el agua y los ferreteros usureros de Santa Juana están cobrando el triple del valor real”, criticó. Según sus cálculos, los 100 metros de manguera costaban 60.000 pesos (75 dólares), ahora subieron a 180.000 (225 dólares).
Entretanto, las tres regiones declaradas en estado de catástrofe quedaron con un toque de queda entre la medianoche y las 05.00 vigente en 28 comunas. Una de ellas es Hualqui, donde está El Águila, a 530 kilómetros al sur de la capital chilena, que en la víspera fue evacuado preventivamente ante la cercanía de las llamas. Los vecinos se resistieron inicialmente a abandonar sus viviendas por temor a que robaran sus pertenencias, como ha sucedido en otros lugares.
Con el toque de queda se pretende facilitar las evacuaciones, según la explicación que dio el miércoles el gobierno, al aumentar los patrullajes policiales o militares para tranquilidad de los residentes que dejan sus viviendas.