Por Oscar Torres
Cuando los semáforos en Marina Bay se apaguen el domingo, Sergio Pérez llegará a la marca de 250 Grandes Premios disputados en la Fórmula 1.
El piloto mexicano largará el nocturno Gran Premio de Singapur con un casco especial y —sobre todo— con la consigna de hacer un digno papel por esa celebración, lo que además le servirá de impulso para repetir el resultado que consiguió ahí el año pasado: Victoria.
El andar de Checo en la máxima categoría comenzó en 2011, cuando Sauber le dio la oportunidad. Estuvo dos años y luego pasó uno (2013) con McLaren, donde no resultó como él lo esperaba.
En 2014 llegó a Force India, escudería que tuvo cambios de nombre (pasó a ser Racing Point y hoy corre como Aston Martin), sitio en el que Pérez encontró estabilidad y reafirmó su fama de cuidador de neumáticos y con estilo al volante, lo que a la postre le abrió las puertas para arribar a la dominante Red Bull.
En medio de todo, una reverencia del histórico Niki Lauda en el podio, llevar en la espalda las banderas de México y Latinoamérica, resultar vencedor de una carrera en la que había caído al último puesto, hacer historia en el Hermanos Rodríguez, ser una figura mediática e incluso campeón constructor, son algunos de los momentos más especiales que le han tocado al tapatío.
En 13 años en el Gran Circo, Pérez puede presumir números que respaldan su ininterrumpida estancia: seis victorias (Sakhir 2020, Azerbaiyán 2021, Mónaco y Singapur 2022, Arabia Saudita y Azerbaiyán 2023), así como 34 podios, repartidos en los triunfos, más 14 segundos y 14 terceros lugares.