Por Mario P. Székely

Los Ángeles.— Las malas noticias persisten en el mundo de las luminarias de Hollywood con el anuncio del aplazamiento de la entrega del premio Emmy, inicialmente prevista para septiembre de este año, hasta 2024. Aún no se ha definido una fecha exacta, pero los rumores apuntan a enero.

La medida de la pausa obligatoria en las actividades de promoción la ordenó Fran Drescher, presidenta del Sindicato de Actores (SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés), para mostrar el poder colectivo de sus 160 mil afiliados. Desde el 13 de julio, demandan mejores condiciones económicas y protección para su profesión frente a la creciente amenaza de la Inteligencia Artificial (IA).

“No esperamos que entienda quiénes somos, pero le pedimos que nos escuche, especialmente, cuando le decimos que no nos quitarán nuestros trabajos y se los entregarán a los robots”, dijo en la semana un furioso Bryan Cranston (Breaking Bad) en una de las protestas del SAG, un mensaje dirigido al CEO de Disney, Bob Iger.

Al día siguiente, el columnista Bill Ray recurrió a la IA para imitar las voces únicas de Arnold Schwarzenegger, Morgan Freeman, Emma Watson y Chris Rock, demostrando la facilidad con la que se pueden replicar las estrellas de Hollywood.

La amenaza de la IA ha dejado de ser una advertencia. Las aplicaciones en Internet y en los teléfonos móviles ya presentan a actores como Margot Robbie en animaciones interactivas que prometen responder cualquier pregunta. Las demandas por usar imágenes de personalidades sin su consentimiento están en aumento.

Lo curioso es que la IA no sólo amenaza a los que están frente a la cámara, sino también a los mismos ejecutivos que la AMPTP (Asociación de Productores) intenta defender. Los algoritmos podrían incluso reemplazar a los encargados de la generación de contenido en los estudios.

Más allá del debate de las estrellas, la corte de Los Ángeles anunció esta semana una crisis con los traductores y reporteros de corte, muchos de ellos miembros del WGA, que no están asistiendo a su trabajo, dejando a los enjuiciados que no hablan inglés sin comprensión ni comunicación.

El sindicato de escritores WGA, con una huelga que ya dura 90 días, recibió el viernes un nuevo golpe de los estudios al informarles que los acuerdos con guionistas de primera opción (“first look”), que ofrecen un trato preferencial para que los guiones de cine y TV puedan ser adquiridos antes de disputarse en el mercado competitivo —a veces incluso con un pago mensual para el desarrollo de estos escritos—, finalizan este 1 de agosto.

Mientras celebridades como Dwayne Johnson han ofrecido sumas millonarias para asistir a los actores más afectados, demostrando solidaridad, el SAG y WGA siguen esperando que la AMPTP retorne a la mesa de negociaciones con una mejor propuesta para el futuro de estas organizaciones.

En un año en que el mítico letrero de Hollywood celebra su centenario, su brillo parece haberse opacado momentáneamente. No hay luz ni reflector que lo ilumine hoy.

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