Un hombre de Minneapolis ha sido acusado en relación con la muerte de su hijo de 7 años por una sobredosis de fentanilo este verano. El lunes, los fiscales acusaron a Nelson Randolph III, de 44 años, de homicidio involuntario en segundo grado por la muerte de su hijo debido a negligencia o peligro infantil.
Según la nota periodística de Canal 4 CBS, el hijo y la hija de Randolph fueron dejados en su casa el 16 de agosto, según documentos judiciales. A la mañana siguiente, la policía y los médicos fueron llamados a su casa después de que su hijo no respondiera. El niño fue declarado muerto en la escena.
Una denuncia penal indica que Randolph entró en la habitación de su hijo poco antes de las 7 am de esa mañana y notó una sustancia blanca alrededor de la boca de su hijo. La oficina del médico forense del condado de Hennepin determinó más tarde que el niño murió por toxicidad aguda por fentanilo.
Cuando los oficiales registraron la casa de Randolph el mes siguiente, encontraron bolsitas de tabletas de varias formas y colores, que según los investigadores las hacían parecer vitaminas masticables para niños. Esas pastillas dieron positivo por fentanilo. En una entrevista formal con la policía, Randolph dijo que nunca deja drogas en su casa y que no usa fentanilo, pero admitió que las pastillas eran suyas.
Hasta el lunes, Randolph no estaba bajo custodia y se emitió una orden de arresto en su contra. Si es declarado culpable, podría enfrentar hasta 10 años de prisión. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, tanto a nivel local como nacional, han estado advirtiendo sobre píldoras similares, denominadas “fentanilo del arco iris”, como una tendencia emergente alarmante destinada a generar adicción entre niños y adultos jóvenes. En agosto, la Administración de Control de Drogas dijo que se había incautado fentanilo arcoíris en al menos 26 estados. Solo 2 mg de fentanilo se considera una dosis letal.