Por Max Aub
Miami, Florida.— Jeanette Vizguerra, reconocida activista y defensora de los derechos migrantes, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el lunes 17 alrededor de las 11 de la mañana, mientras se encontraba en un descanso laboral en una tienda Target, en Denver, Colorado.
La captura ocurrió sin previa notificación ni orden válida de arresto, según denunció inmediatamente su abogado defensor, Hans Meyer, “El ICE actuó sin una orden de deportación válida y tampoco notificó previamente ni a Jeanette ni a su defensa legal. Esto es una clara violación a sus derechos constitucionales y al debido proceso”, confirmó Meyer a EL UNIVERSAL, y agregó rápidamente que “parece existir una determinación injustificada por parte del ICE para retenerla y potencialmente deportarla, algo que pelearemos legalmente hasta el final; no les quepa la menor duda”.
Vizguerra es considerada desde hace más de una década un símbolo viviente de la resistencia migrante. Su historia de activismo y resistencia se hizo mundialmente conocida cuando, en 2017, se refugió en la Iglesia Unitaria de Denver para evitar su deportación, convirtiéndose en una figura emblemática del movimiento santuario.
Ese mismo año fue reconocida por la revista Time como una de las “100 personas más influyentes del mundo” debido a su incansable activismo por los derechos humanos y la dignidad de los migrantes. En 2019, Jeanette consiguió una protección temporal por la intervención de congresistas de Colorado, pero venció en 2020.
En entrevista con este medio, realizada a finales de 2024, Vizguerra había advertido que “mientras la injusticia continúe, seguiré levantando mi voz. Sé que correré riesgos, pero es mi obligación moral defender los derechos de nuestra comunidad migrante”.
Luego de su detención, Vizguerra fue trasladada al centro privado de detención de migrantes en Aurora, Colorado, operado por GEO Group. Este traslado generó preocupación adicional, porque podría implicar una posible reubicación posterior fuera del estado, lo que complicaría su defensa.
Luna Báez, hija de Jeanette, declaró con firmeza y emotividad que “mi mamá siempre ha sido nuestra guerrera, nuestra inspiración; los agentes se reían en su cara mientras se la llevaban. Ella ha luchado incansablemente por su comunidad, ahora es el momento de unirnos todos por ella”.
Familiares y grupos defensores de los inmigrantes organizaron rápidamente una campaña de recaudación de fondos a través de GoFundMe para cubrir los gastos legales y apoyar a Vizguerra en esta nueva lucha. La campaña tuvo inmediata respuesta por parte de activistas, defensores de derechos humanos y ciudadanos solidarios. La detención despertó además un fuerte rechazo de líderes políticos locales. El senador demócrata por Colorado, Michael Bennet, expresó públicamente su indignación, declarando que “Jeanette Vizguerra merece un proceso justo y acceso inmediato a asesoría legal. Exijo al ICE que la libere inmediatamente”.
El gobernador del estado, Jared Polis, añadió con claridad que “Jeanette no es una amenaza, merece justicia y debido proceso. Esta detención genera profunda preocupación en nuestra comunidad”.
De forma contundente, el alcalde de Denver, Mike Johnston, calificó la acción migratoria como “una persecución al estilo Putin, diseñada para intimidar a activistas y críticos del gobierno Trump”.
Analistas legales también han señalado irregularidades en el caso. José Jordán, analista habitual de este medio en casos de inmigración, comentó que “si no existe una orden de detención de por medio, estamos ante una detención inconstitucional, lo que representa una seria violación al Estado de derecho”.
Organizaciones como American Friends Service Committee (AFSC), Colorado Immigrant Ri- ghts Coalition (CIRC) y United We Dream (UWD) se sumaron activamente a la defensa pública de Vizguerra, exigiendo transparencia y justicia inmediata.
Estas organizaciones coinciden en que “la detención podría ser parte de una estrategia más amplia de intimidación a líderes migrantes y activistas comunitarios”.
Una multitudinaria manifestación tuvo lugar frente al centro de detención en Aurora, donde cientos de personas demandaron la inmediata liberación de Vizguerra.
Entre pancartas y consignas de solidaridad, la comunidad dejó claro que “no permitiremos que su voz sea silenciada por medio de acciones intimidatorias”.
Por ahora, Jeanette Vizguerra permanece detenida, en espera de la resolución legal sobre su caso.
Las opciones legales que enfrenta incluyen desde la posibilidad de liberación bajo fianza, un proceso prolongado de litigio legal, un posible traslado a otros centros de detención, hasta la preocupante posibilidad de una deportación acelerada.
Mientras tanto, la familia, abogados y comunidad continúan luchando incansablemente por su libertad. Como Vizguerra declaró en su momento y hablando respecto a su liderazgo proinmigrante a pesar de ser indocumentada, “no retrocederé ante las amenazas. Mi lucha es por justicia, por dignidad, por respeto. Y mientras tenga voz, seguiré luchando”.
Sus palabras se han convertido nuevamente en bandera y fuerza impulsora en la defensa de la dignidad y los derechos humanos de los inmigrantes en Estados Unidos.