La policía de Estados Unidos anunció que será imputado de homicidio intencional el sospechoso de embestir con una camioneta a decenas de personas que asistían a un desfile navideño, cuyo saldo fue de cinco muertos, cuatro mujeres y un hombre, y 48 hospitalizados, 18 de los cuales son menores de edad.

El Hospital Infantil de Wisconsin indicó en una conferencia de prensa que atendía a los menores por abrasiones faciales y huesos rotos, así como lesiones graves en la cabeza.

Comentó que las edades variaban de los tres a los 16 años, y destacó que seis estaban en condición crítica, es decir, que habían sido intervenidos de urgencia durante la madrugada, y otros dos, en seria. También destacó que dos más habían sido dados de alta.

El jefe de policía de Waukesha, Dan Thompson, informó que Darrell E. Brooks, un hombre negro de 39 años, era “el principal sospechoso de esta tragedia sin sentido”.

Adelantó que presentarán cinco cargos de homicidio intencionado en primer grado contra el hombre, que se arriesga a pasar el resto de su vida en la cárcel, ya que en Wisconsin este tipo de delito está penado con cadena perpetua.

Según la policía y testigos, Brooks aceleró con su vehículo SUV rojo contra una multitud de hombres, mujeres y niños durante el desfile anual por las fiestas navideñas que se celebraba en la avenida Main Street, donde bandas escolares, religiosas y otros grupos marchaban ante espectadores que se agolpaban a lo largo de la calle.

Uno de los testigos del atropello del domingo en Waukesha de nombre Jordan Woynilko, de 35 años, dijo que primero pensó que se trataba de un tiroteo cuando vio a tanta gente gritar.

“Estábamos viendo el desfile y entramos en un restaurante para utilizar el aseo, cuando salí vi en el otro lado de la calle un SUV atravesando el desfile y entonces la gente empezó a gritar y algunos a correr hacia dentro del restaurante”, describió en una entrevista telefónica con EFE.

En medio de la confusión inicial, Woynilko pensó que la gente gritaba porque había disparos, “pero era el vehículo que se estaba llevando por delante a personas y objetos”, enfatizó.

El alcalde Shawn Reilly describió el incidente como un “desfile de Navidad al estilo Norman Rockwell” que “se convirtió en una pesadilla”.

“Parecían muñecos lanzados por los aires”, narró Nicole Schneiter, quien se encontraba en el lugar con sus hijos y nietos. “Nos tomó un segundo entender si eso era realmente lo que vimos, y luego miramos a la calle y había personas tiradas”.

Con base en registros judiciales, Brooks ya había sido acusado de delitos en 16 ocasiones desde 1999 y tenía dos casos pendientes en su contra al momento de embestir el desfile, entre los incidentes se contaban algunos por armas de fuego.

Las autoridades refirieron que contaba con un caso judicial abierto por violencia doméstica. De hecho, el jefe de la policía de Waukesha, Dan Thompson, afirmó que antes del atropellamiento, Brooks se alejaba de la escena de una disputa doméstica registrada minutos antes.

En conferencia de prensa, hizo hincapié en que hay evidencia de que el incidente del domingo haya sido un ataque terrorista ni que el conductor conociera a alguien en el desfile. Brooks actuó solo, dijo.

Thompson aseveró que si bien la policía no perseguía a Brooks antes que éste ingresara en la ruta del desfile, un agente sí le disparó para intentar frenarlo, añadió, pero cesó por temor a balear a inocentes. Brooks no resultó herido.

El diario estadounidense The Washington Post, que citó una fuente de seguridad, afirmó que el sospechoso estaba huyendo de una pelea con navajas, cuando arremetió contra el desfile, lo que no ha sido confirmado por la policía.

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